Ciudad de México ,
Hannah Cubells
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Un estudio reciente de la Universidad Estatal de Míchigan (MSU) reveló que los "placebos no engañosos" pueden ser efectivos para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. El estudio, publicado en Applied Psychology: Health and Well-Being, se realizó con personas que sufrían estrés prolongado debido a la pandemia de Covid-19.
El análisis se realizó durante la pandemia de Covid-19 en Estados Unidos. La investigación consistía en reclutar voluntarios con estrés moderado relacionado con el confinamiento. Posteriormente para el procedimiento, dividían a los participantes aleatoriamente en dos grupos, uno de estos recibió placebos no engañosos y el otro no recibió tratamiento. Los placebos, junto con instrucciones detalladas para su consumo se enviaron por correo a los involucrados en el proyecto. Los participantes interactuaron con los investigadores a través de sesiones virtuales en Zoom, realizadas al inicio, a la mitad y al final del estudio para recolectar información sobre sus niveles emocionales.
Los resultados del estudio mostraron que el grupo receptor de placebos no engañosos experimentó reducciones significativas en estrés, ansiedad y depresión en dos semanas, en comparación con el grupo de control. Además, los participantes encontraron que la intervención era factible, aceptable y adecuada para su situación.
Jason Moser, coautor del estudio y profesor de psicología en MSU, indicó que "la exposición prolongada al estrés puede afectar la capacidad de manejar las emociones. Es alentador ver que una intervención simple puede ofrecer beneficios significativos".
Darwin Guevarra, coautor y becario postdoctoral en la Universidad de California, San Francisco, enfatizó la importancia de la administración remota. "La distribución remota de placebos no engañosos podría mejorar el acceso a apoyo para la salud mental en contextos con recursos limitados," añadió Guevarra.
Este estudio puso en relieve el potencial de los placebos no engañosos como una herramienta accesible para manejar el estrés prolongado. Sin embargo, los autores reconocen que el estudio se llevó a cabo en medio del confinamiento, lo cual puede haber influido en los resultados y limita la generalización a otros contextos.