Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Se sabe que la exposición excesiva al calor puede traer complicaciones como insolación, agotamiento y otras dolencias relacionadas. Pero, ahora, surgieron estudios que indican que el calor excesivo también puede causar una serie de problemas para el corazón.
De acuerdo con el Dr. Sadeer Al-Kindi, cardiólogo e investigador del Hospital Houston Methodist, el calor representa un factor estresante para el corazón. Las altas temperaturas pueden provocar que el corazón bombee más rápido y más fuerte, esto significa esencialmente que a veces trabaja más de lo necesario. El calor también cambia la viscosidad de la sangre. Al no coagularse la sangre con normalidad, las personas que consumen medicamentos anticoagulantes pueden correr ciertos peligros.
Las personas que tienen una función cardíaca alterada, por ejemplo, las personas con insuficiencia cardíaca y las personas que han tenido ataques cardíacos previos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares, suelen ser más susceptibles a los impactos del cambio de temperatura", aseguró el Dr. Al-Kindi a NotiPress.Aun así, el doctor afirmó, todavía no se comprueba una relación directa entre la exposición prolongada al calor y las posibilidades de desarrollar enfermedades cardíacas. "No estamos 100% seguros de si esto ocurre solo en personas que ya tienen una enfermedad cardíaca o si se trata de una nueva enfermedad cardíaca que comienza a manifestarse", aclaró el especialista en cardiología.
En este sentido, agregó: "más probable que los pacientes que mueren de enfermedades cardíacas durante las olas de calor tuvieran enfermedades cardíacas previas. En esos casos, el calor lo empeora y puede provocar infartos".
Los cambios repentinos de temperatura también pueden tener un efecto en el cuerpo, y no solo en el corazón. Algunos ejemplos que indica el experto son la hipertermia (cuando la temperatura corporal es demasiado alta), la hipotermia (cuando la temperatura corporal baja demasiado), el coma, la insuficiencia orgánica y, en el peor de los casos, la muerte.
Por otro lado, los medicamentos para el corazón pueden tener un impacto negativo ante la exposición al calor. Existen tres clases de remedios los cuales pueden provocar complicaciones: los betabloqueantes, recetados generalmente para la presión arterial pueden hacer que las personas sean más vulnerables al calor porque reducen el flujo sanguíneo a la piel y dificultan el enfriamiento del cuerpo y su regulación térmica. Las aspirinas, por su parte, son anticoagulantes que provoca en las personas mayor sensibilidad a los cambios de temperatura. Por último, los diuréticos alientan al cuerpo a orinar con más frecuencia, lo cual puede causar desequilibrios electrolíticos y dificultar que el cuerpo regule su temperatura frente a fuertes calores.
Las personas de 65 años o más son más susceptibles a los efectos adversos del calor. "A medida que envejecemos, nuestro sistema homeostático, el sistema que nos mantiene bajo control, se debilita, por lo que nos volvemos más vulnerables a los impactos de diversas exposiciones ambientales", apunta el Dr. Al-Kindi del Hospital Houston Methodist.
Teniendo en cuenta esta información, algunas estrategias de mitigación para disminuir las posibilidades de desarrollar potencialmente una enfermedad cardíaca son: tratar de evitar los cambios de temperatura y permanecer en lugares con aire acondicionado tanto como sea posible. A su vez, mantenerse hidratado la mayor cantidad de tiempo posible. Esto es especialmente importante si se consumen medicamentos como aspirina, betabloqueantes o diuréticos.