Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La exfoliación de la piel es un tema recurrente en las discusiones sobre cuidado personal. A menudo se promueve como una práctica esencial para mantener la piel suave y saludable, pero ¿es realmente necesario exfoliarse? La respuesta, según expertos como Rachel Reynolds, MD, presidenta interina de dermatología en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, afiliado a Harvard, es más matizada de lo que se podría pensar.
"No pasa nada si no te exfolias; simplemente caminas con la piel llena de bultos o ligeramente seca, lo cual no tiene importancia excepto por razones estéticas", explica el Reynolds. La exfoliación no es una necesidad médica, pero puede tener beneficios estéticos, especialmente en áreas como los brazos y las piernas, que tienden a secarse más con la edad. "A medida que envejecemos, estas áreas se secan más que otras partes del cuerpo, y las personas notan que se les acumula mucha más descamación de la piel y una apariencia casi de escamas de pez", añade la especialista.
Este fenómeno puede estar relacionado con la queratosis pilaris, una afección cutánea común y benigna que se caracteriza por una "piel de pollo" áspera y con bultos. Los exfoliantes físicos pueden ser efectivos para tratar esta condición, ya que las áreas afectadas suelen tener una piel más dura. Sin embargo, también es adecuado usar limpiadores o lociones con exfoliantes químicos, ya que ambos tipos pueden mejorar la textura y apariencia de la piel.
Así, la exfoliación no está exenta de riesgos. "Tanto las técnicas de exfoliación física como química pueden hacer más daño que bien, dependiendo de varios factores", advierte Reynolds. La piel sensible es particularmente vulnerable a irritaciones o inflamaciones causadas por exfoliantes. Además, exfoliar en exceso, ya sea frotando con demasiada fuerza o usando productos con altas concentraciones de ácido, puede desencadenar una dermatitis de contacto irritante, manifestada por enrojecimiento y agrietamiento de la piel. "La exfoliación física que se hace con demasiada dureza también puede agravar el acné inflamatorio y empeorarlo", señala. Asimismo, la exfoliación puede aumentar la susceptibilidad a las quemaduras solares.
Recomendaciones para una exfoliación segura
Reynolds sugiere preferir los exfoliantes químicos sobre los físicos. "A veces, los abrasivos de esos exfoliantes de albaricoque, por ejemplo, pueden ir demasiado lejos, agravando la piel y creando inflamación", comenta. Para quienes nunca se han exfoliado, recomienda comenzar con una simple toallita para evaluar la respuesta de la piel a la exfoliación física leve. Posteriormente, se pueden probar exfoliantes químicos más suaves, como los hidroxiácidos o el ácido salicílico en concentraciones bajas, aumentando gradualmente si es necesario.
Además, se debe evitar la exfoliación diaria. "Como máximo, hágalo dos o tres veces por semana", sugiere la experta. Esto permite que la piel se repare entre episodios de exfoliación. Para problemas persistentes de la piel, como el melasma o el acné comedónico, es aconsejable considerar una exfoliación química en el consultorio de un dermatólogo. La exfoliación puede ser una herramienta útil en el cuidado de la piel, pero no es indispensable y debe realizarse con precaución para evitar daños.
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