Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El despliegue de la inteligencia artificial (IA) generativa en el sector sanitario está generando tanto expectativas como preocupaciones entre profesionales y pacientes. Empresas destacadas como Google Cloud, AWS de Amazon y Microsoft Azure están innovando en herramientas que buscan transformar la experiencia de atención al paciente, mediante la personalización y la automatización de procesos administrativos. Un análisis de The Verge expone las promesas y desafíos de la IA generativa en el sector de la salud.
Ambience Healthcare, Nabla y Abridge se suman a la lista de empresas emergentes que apuestan por aplicaciones de IA generativa en la medicina, desde la creación de asistentes virtuales hasta la gestión de documentación médica. Estas iniciativas captaron decenas de millones de dólares en inversión, reflejando el fuerte interés en el potencial de esta tecnología.
No obstante, una encuesta de Deloitte revela que solo el 53% de los consumidores estadounidenses confían en que la IA generativa puede mejorar la atención médica. Andrew Borkowski, del VA Sunshine Healthcare Network, expresa cautela, señalando las "significativas" limitaciones de la IA y sus riesgos en la práctica médica.
Un artículo de JAMA Pediatrics reporta una alta tasa de errores de diagnóstico pediátrico por parte de ChatGPT, mientras que estudios del Centro Médico Beth Israel Deaconess evidencian fallos en diagnósticos asistidos por GPT-4. Además, se señala que en un 35% de las pruebas administrativas médicas, GPT-4 no cumple con las expectativas.
Más allá de las estadísticas, se pone de manifiesto la problemática del sesgo en la IA. Investigaciones de Stanford Medicine indican que respuestas generadas por ChatGPT pueden contener y perpetuar estereotipos raciales, con potenciales repercusiones en el diagnóstico y tratamiento de pacientes de color.
Un estudio de Microsoft afirma haber alcanzado una precisión del 90.2% en puntos de referencia médicos con GPT-4, mediante técnicas de ingeniería rápida. Esto sugiere que la tecnología puede mejorar, aunque aún resta camino por recorrer para su implementación segura y efectiva en la salud. Las conclusiones son claras: mientras que la IA generativa ofrece un horizonte de posibilidades en la atención sanitaria, la supervisión médica humana sigue siendo imprescindible. La tecnología puede contribuir, pero debe manejarse con prudencia para garantizar la seguridad del paciente y la precisión en la atención.
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