Ciudad de México,
Diana Pérez
Crédito foto: Sergio Cara (NotiPress)
La innovación médica y tecnológica, son áreas en constante evolución cuya finalidad es proporcionarle a las personas una mejor calidad de vida. Sin embargo, estos avances no pueden llegar a las personas de inmediato, debido a que las regulaciones en México implican procesos que los retardan hasta cuatro años o más. Este tema, entre otros, se trataron en la Semana de la Innovación 2022, evento organizado por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
Dichos cuatro años transcurridos para poner a disposición la innovación médica y tecnológica se traducen también en tiempo en el cual los pacientes no pueden mejorar su calidad de vida. Por ejemplo, existen tratamientos innovadores, pero no es posible acceder a ellos debido al proceso el cual deben llevar antes de estar disponibles en hospitales. Esto solo es posible tras haber recorrido el registro sanitario, inclusión en el Compendio Nacional de Insumos, inclusión en los catálogos institucionales y finalmente estar disponible en los hospitales públicos.
Además de este trayecto, otro aspecto que juega un papel esencial para poner a disposición dichos medicamentos es la propiedad intelectual. Esto no solo permite al o los autores tener los derechos sobre la innovación médica y tecnológica, sino también permite generar una posibilidad de inversiones que contribuyan al desarrollo de estas.
No obstante, para realmente ver los frutos, es importante poner dichos servicios a la mano de la población que los necesite. En comparación con otros países de Latinoamérica, México puede hasta duplicar el tiempo para hacer llegar una nueva medicina a los pacientes. Asimismo, comparado con Estados Unidos, Japón o Alemania, es cuatro veces mayor ese tiempo de espera.
Durante el panel "Armonización internacional y reliance regulatorio: Retos y oportunidades con acceso para NotiPress, Natán Enríquez Ríos, comisionado de autorización sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y Carlos Eduardo Garnica Vergara, químico subdirector de asuntos internacionales de la misma COFEPRIS, aseguraron que como consecuencia de la pandemia por Covid-19, la autoridad regulatoria se enfrentó a estos tiempos de aprobación.
También se contó con la participación de Alexandra Vaz, de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Ella aseguró, con ayuda colaborativa de dicha institución se pudieron haber proporcionado más de 100 aprobaciones en dos semanas. Como conclusión de la AMIIF en este sentido, una de las prioridades a atender para lograr el acceso a dichas innovaciones es el tiempo de aprobación de estas. Para que puedan cumplir con su finalidad de curar y mejorar la salud y calidad de vida de las personas.