Ciudad de México,
Jorge Cerino
Crédito foto: Anna Shvets from Pexels
Diversos estudios científicos han reforzado la idea de que condiciones climáticas como las del verano (calor, humedad, luz solar) pueden contribuir a reducir el número reproductivo (R) del virus SARS-CoV-2 y, por lo tanto, disminuir los contagios. Una investigación china determinó un decremento en R de 0.0225 por cada grado celsius adicional y 0.0158 por cada uno por ciento de aumento en la humedad relativa. Esto es consistente con el comportamiento de la influenza y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés), según los investigadores.
Otro estudio, de la Universidad Princeton y de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés) de Estados Unidos , confirmó igualmente que variaciones en la humedad pueden ayudar significativamente a reducir infecciones endémicas, aunque este efecto sólo es menor en el caso de una pandemia emergente y en crecimiento como la del SARS-CoV-2. Por esto, un aumento significativo en el número de casos puede ocurrir incluso en ambientes cálidos de no tomarse medidas efectivas de control.
El número reproductivo (R) es el factor clave para entender cómo las variables climáticas afectan la transmisión del virus. R es el número promedio de personas que un paciente infectado puede contagiar, mientras R0 es el número reproductivo del virus al comienzo de una epidemia, antes de cualquier intervención o inmunización. El valor R0 del coronavirus, según estudios, se estima entre dos y tres, con variaciones en distintas localidades.
Un valor R mayor a uno significa un comportamiento epidémico, donde cada persona infectada contagia a más de una persona y el número de contagios aumenta rápidamente. Cuando R es igual a uno hablamos de un comportamiento endémico, con un número de contagios más contenido. Cuando finalmente R cae por debajo de la unidad se ha contenido al virus y se alcanza la inmunidad de grupo.
La vacunación es una de las formas posible de alcanzar la inmunidad de grupo para una enfermedad; no obstante, para la Covid-19 aún no se ha desarrollado.
Aunque inconcluso, la Universidad de Harvard realiza también un estudio respecto a los efectos del clima en este valor R en distintas localidades. Con esto han calculado el Riesgo Relativo del Covid-19 Debido al Clima (CRW). Ejemplifican, que un cambio del indicador CRW de 1.0 a 0.7, significaría una reducción del 30% en R. Sin embargo, los investigadores han proyectado el valor CRW para el próximo año alrededor del mundo y concuerdan en la necesidad de únicamente usar esta reducción como complemento de otras medidas de contención, dado el escaso impacto por sí sola en la transmisión de la enfermedad.
Lo esperanzador de estos resultados, no obstante, es la posibilidad de aprovechar este efecto del clima en la transmisión del coronavirus para desescalar algunas de las medidas de distanciamiento social durante temporadas cálidas, como el verano, sobre todo en escenarios donde los recursos para mantener estas medidas por periodos largos son limitados.