Foto: Axel Olivares (Composición/NotiPress)
Una nueva investigación realizada por la Universidad de Bristol identificó una asociación directa y sostenida entre el juego problemático y el aumento de intentos de suicidio entre jóvenes en el Reino Unido. El estudio se basó en datos de 2.801 participantes del proyecto Children of the 90s, una de las investigaciones longitudinales más reconocidas del país, que sigue la vida de más de 14 mil familias desde principios de los años noventa.
El análisis demostró que quienes experimentan daños por el juego tienen un riesgo de suicidio tres veces mayor un año después, y cuatro veces mayor cuatro años después, en comparación con quienes no presentan problemas relacionados con el juego.
Olly Bastiani, autor principal del estudio y doctorando en el Grupo de Investigación Aplicada y Traslacional de la Universidad de Bristol, señaló: "Este estudio hizo un seguimiento de las personas desde su nacimiento, lo que significa que pudimos observar los impactos a largo plazo del juego problemático y descartar explicaciones alternativas que obstaculizan estudios anteriores".
La investigación utilizó el Índice de Gravedad de la Ludopatía (PGSI), el principal instrumento para medir la severidad del juego. Se observó que cada incremento en el PGSI se relacionó con un aumento del 20% en los intentos de suicidio en jóvenes de 20 años. Aquellos con una puntuación de ocho o más presentaron una tasa cuatro veces mayor de intentos suicidas después de cuatro años.
Philip Newall, coautor del estudio y profesor de psicología en la misma universidad, destacó: "Las personas de este estudio crecieron en una época en la que el juego era menos accesible y visible que en la actualidad. Esto demuestra que es necesario hacer mucho más para evitar que la próxima generación sufra estos daños".
Según estimaciones recientes, uno de cada cinco habitantes en el Reino Unido sufre directa o indirectamente los efectos del juego, y en Inglaterra se registran hasta 496 suicidios anuales vinculados a esta problemática. Además, el coste económico de los daños relacionados con el juego asciende a 1.770 millones de libras (2.476 millones de dólares).
Los hallazgos, publicados en la revista Addiction, subrayan la necesidad de una intervención temprana. El Dr. Newall afirmó: "Estos resultados ayudan a subrayar la necesidad de adoptar medidas adicionales a nivel poblacional para prevenir los daños del juego, como restricciones significativas a la publicidad de juegos de azar".
Desde la Universidad de Bristol, el Centro de Investigación de Daños del Juego continúa su labor interdisciplinaria para generar conciencia, fortalecer la protección al consumidor y mejorar el acceso al tratamiento para quienes sufren los efectos de la ludopatía.
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