Ciudad de México,
Jorge Cerino
Crédito foto: Serhat Beyazkaya on Unsplash
Los lugares donde la gente pasa el tiempo pueden influir en cómo se sienten y afectar su personalidad, del mismo modo que ciertos lugares son más atractivos para un cierto tipo de personalidades, encontró una investigación de la Universidad Stanford. En el estudio participaron 2,395 estudiantes de un campus universitario en Estados Unidos, con más de 63,000 evaluaciones momentáneas durante dos semanas.
Sandra Matz y Gabriella Harari, autoras del estudio, utilizaron el Modelo de los cinco grandes, diagrama frecuentemente utilizado en psicología para clasificar los diferentes rasgos de personalidad, y encontraron una relación entre los cinco tipos de personalidad descritos y los lugares que estas personas suelen frecuentar diariamente.
Hallaron también, los lugares a los que la gente suele asistir influyen en sus pensamientos, en sus sentimientos y en su forma de comportarse no sólo en el instante; también son capaces de moldear la personalidad con el paso del tiempo. "Las personas seleccionan activamente sus entornos, y los entornos que seleccionan pueden alterar sus características psicológicas en el momento y con el tiempo", afirma el estudio.
Por ejemplo, una persona extrovertida sentirá mayor atracción y visitará con mayor frecuencia lugares públicos, en comparación con alguien más introvertido. De manera similar, los bares, cafés o las reuniones en casa de algún amigo hacen a la gente sentirse más extrovertida que en sus propios hogares. Según el estudio, quienes mostraron pasar más tiempo en estos lugares también mostraron niveles más altos de extroversión a corto plazo durante 2 semanas.
Las investigadoras señalaron, sus datos ayudan a entender mejor la reacción de la gente ante las medidas de confinamiento por la presente pandemia de Covid-19. Una persona extrovertida resentirá más quedarse en casa, por su costumbre de frecuentar lugares públicos, y es posible que extrañe la oportunidad de socializar con otras personas.
De acuerdo a uno de los primeros estudios realizado en China respecto a las consecuencias del confinamiento, los dos factores que más afectan al bienestar físico y psicológico durante la pandemia de Covid-19 son la pérdida de hábitos y rutinas, y el estrés psicosocial, con el riesgo de adquirir nuevos hábitos dañinos para la salud, como la falta de ejercicio o la mala alimentación.
Mientras la investigación de Stanford puede ayudarnos a comprender mejor los retos psicológicos del confinamiento, al hablar de cómo el lugar donde estamos afecta el cómo somos y nos sentimos, otras investigaciones han señalado también el desafío emocional consecuencia del levantamiento de la cuarentena, ante la posibilidad de que las personas padezcan de ansiedad y estrés al intentar volver a sus rutinas, en un fenómeno nombrado por algunos como "síndrome de la cabaña".