Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
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Aplicar protector solar y repelente de insectos de manera simultánea puede ser contraproducente, según un informe reciente de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina. La Dirección de Evaluación y Gestión de Monitoreo de Productos para la Salud explica que el uso combinado de estos productos puede reducir la eficacia del protector solar y aumentar el riesgo de irritación y toxicidad cutánea.
Según el informe, las diferencias en las fórmulas y modos de aplicación de ambos productos son las principales causas de los efectos adversos. "Utilizar al mismo tiempo productos cuyas indicaciones de aplicación son diferentes da como resultado la disminución de la eficacia en el factor de protección solar y un aumento de la irritación y toxicidad al momento de la absorción en la piel del principio activo que se encuentra en los repelentes de insectos", indica el documento emitido por la entidad reguladora.El protector solar requiere reaplicación frecuente para mantener su efectividad contra los rayos UV, especialmente después de nadar o sudar en exceso. Por su parte, el repelente de insectos debe aplicarse con moderación, ya que un uso excesivo incrementa el riesgo de absorción de sustancias tóxicas. Además, algunos de los componentes del repelente pueden interferir con la acción protectora del bloqueador solar, disminuyendo así su capacidad de protección frente a la radiación ultravioleta.
Otro aspecto a considerar es que los mosquitos del tipo Aedes aegypti, transmisores de enfermedades como el dengue y el zika, suelen estar más activos al amanecer y al atardecer. Estos horarios no coinciden necesariamente con los momentos de mayor exposición solar, lo que refuerza la recomendación de aplicar ambos productos de manera separada y en los momentos adecuados.
La ANMAT sugiere aplicar primero el protector solar en cantidad generosa y de manera uniforme sobre la piel, esperando entre 20 y 30 minutos para asegurar una correcta absorción. Luego, una vez absorbido el protector, se debe aplicar el repelente de insectos en las zonas expuestas.
Es importante reaplicar el protector solar según las indicaciones del fabricante, especialmente después de sudar, nadar o secarse con una toalla. En cuanto al repelente, se recomienda evitar aplicaciones excesivas, siguiendo siempre las instrucciones del envase para reducir el riesgo de irritación o toxicidad.
Los protectores solares y repelentes en Argentina están clasificados como productos para la salud y su comercialización está regulada por la ANMAT. La entidad garantiza que los productos aprobados cumplan con estándares de seguridad y eficacia, por lo que su uso correcto es fundamental para proteger la salud de los usuarios.