Ciudad de México ,
Andrés Zimbrón
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Mientras continúe la propagación del COVID-19, mayor será la presencia del virus y la necesidad de contar con material de limpieza adecuado será de vital importancia con el objetivo de desinfectar y limpiar espacios públicos, hogares y todos aquellos lugares donde el coronavirus permanezca como un foco de infección. Los residuos o material quirúrgico contaminado por fluidos corporales se están convirtiendo una preocupación en todo el mundo. El uso de estos artículos se acumula como desecho médico, por tanto, debe tener otro tipo de tratamiento.
En el caso particular de los hospitales, centros de salud y laboratorios clínicos, se tienen procedimientos bien definidos al momento de recolectar, manipular o desechar cualquier residuo, incluso si se trata de un desecho peligroso, como lo son este tipo de productos impregnados con el virus, considerados desechos biológico-infecciosos.
Algunos países han adoptado medidas específicas con los desechos producidos por el COVID-19: El Ministerio de Sanidad de España presentó un documento técnico donde indica el proceso para separar los residuos, incluidos el material desechable de una persona contaminada por el virus (pañuelos, guantes, cubrebocas).
Por otra parte, en Wuhan, China construyeron una nueva planta de desechos médicos y desplegaron 46 instalaciones móviles de tratamientos residuales. Es importante mencionar, los hospitales en la región de China durante los días de cuarentena produjeron seis veces más desechos médicos en el pico del brote que la producción diaria, la cual es de 240 toneladas.
De la misma manera, Stericycle, compañía de desechos médicos en Estados Unidos, asegura tener la capacidad de manejar el aumento de la basura generada por el coronavirus, a pesar de esta situación la compañía no proporcionó cifras del aumento de los desechos del país, pero aseguró que aumentará los turnos en los 50 centros de tratamiento en la empresa de ser necesario.
México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), recolecta diariamente 86 mil 343 toneladas de basura (770 gramos por persona) y sólo se separa el 11 por ciento del total recolectado, por ello, existe la preocupación del manejo que se le dará a este tipo de material quirúrgico contaminado por el coronavirus, sobre todo en los hogares.
La gran mayoría de los municipios del país desecha la basura producida en las casas o trabajos en un mismo contenedor, incluso en una misma bolsa sin ser hermética provocando un mal tratamiento a la hora de transportarlo a las plantas de desechos. Si este tipo de residuos contaminados con COVID-19 quedan expuestos, el riesgo de contagio puede incrementar en México.