Foto: Malcolm Rossiter (WikiCommons: Public Domain)
El 26 de junio de 2022, la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), en coordinación con la Secretaría de Marina (SEMAR) anunciaron el decomiso de 141 kilogramos de ayahuasca. Este decomiso sucedió en la Aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AAICM), en este sentido, surge la duda de los pormenores de las características y la legalidad de esta sustancia.
Según la organización sin fines de lucro International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service (ICEERS), se conoce como ayahuasca a la preparación realizada con la planta Banisteriopsis caapi. También recibe el mismo nombre el té resultante de la adición de B caapi con otras plantas propias de la medicina tradicional amazónica, que es lo más común, apunta la organización.
La B caapi, explica, es una liana nativa de la selva amazónica, llamada ayahuasca, caapi o mariri, entre otros nombres locales. Esta se utiliza por su contenido de betacarbolinas, responsables de permitir que la dimetiltriptamina o DMT, contenida en otras plantas adicionadas a la mezcla, tenga efecto en su consumo por vía oral. La DMT es una sustancia de potentes efectos alucinógenos y para este preparado se extrae principalmente de la planta Psychotria viridis
Por la presencia de alcaloides, de las betacarbolinas y de la DMT, la ayahuasca es una potente sustancia visionaria, asegura ICEERS. Debido a esta combinación, los efectos de la ayahuasca incluyen cambios perceptivos y cognitivos, distorsión de la percepción temporal, y visiones con los ojos abiertos y cerrados. También un incremento del pensamiento asociativo, de la introspección y recuerdos autobiográficos, así como experiencias profundas y espirituales; de ansiedad, miedo o terror y de contacto con entidades o espíritus. En términos de efectos físicos, suele experimentarse mareo, malestar físico, náuseas, vómitos y diarrea, explica la organización.
Sobre su uso, destacan su origen milenario entre culturas del Amazonas, con uso tradicional actual entre los pueblos guahibo, shipibo-conibo, shuar, colorado, ingano, siona, kofan, witoto, tukano, desana y otros más. Además, asegura ICEERS, en el último siglo han aparecido iglesias ayahuasqueras, una forma de cultos sincréticos donde se combinan elementos chamánicos, esotéricos, espiritistas y cristianos en torno al uso ritual de la ayahuasca.
En cuanto a su legalidad, la DMT se encuentra en la lista I de la Lista de sustancias psicotrópicas sometidas a fiscalización internacional. Esta lista de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) prohíbe su fabricación y venta, aunque en lo particular la decocción de ayahuasca no se encuentra bajo control internacional. "Ninguna planta (ni materiales vegetales) que contengan DMT se encuentran actualmente fiscalizados de acuerdo a la Convención sobre sustancias psicotrópicas de 1971", menciona la JIFE.
ICEERS, por su parte, señala la existencia de países, Perú, Brasil, Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, donde se permite, y a veces regulan, ciertos usos de la ayahuasca, entre ellos, el religioso. También clasifica un segundo grupo de países que, como Francia y Rusia, prohíben específicamente el uso de ayahuasca. Finalmente, señala un tercer grupo de países donde existe un vacío legal respecto a la ayahuasca, la cual no está permitida ni prohibida, tal como sucede en México, España, Portugal o Israel.
Respecto a la decomisación en la AAICM, las autoridades especificaron que la sustancia se detectó en dieciséis piezas de equipaje de dos personas con pasaporte mexicano y una con pasaporte brasileño. La revisión de estos arrojó la presencia de 144 bolsas transparentes con una sustancia color café, posteriormente identificadas por la SEMAR como sustancias ilícitas. "Aduanas de México y la Secretaría de Marina reafirman su compromiso con frenar el tráfico ilícito de sustancias prohibidas que ponen en riesgo la salud de la población", asegura un comunicado gubernamental.
Pese a la popularización reciente del uso de la ayahuasca entre cultos sincréticos, la legislación mexicana no identifica a este preparado como una sustancia legal. Más aún, el comunicado de la SEMAR sobre esta decomisación pone énfasis en presentar esta acción como una contra el tráfico ilícito de sustancias prohibidas.
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