Ciudad de México,
Jorge Cerino
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Recientemente, se han popularizado los medicamentos agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) como inyecciones para bajar de peso. Según los expertos, este fármaco para la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) puede ayudar a perder, en promedio, 15% del peso corporal. Pese a esto, se trata de un medicamento que arroja evidencia de otros beneficios fuera de la pérdida de peso y el tratamiento de la diabetes, aunque también presenta algunos riesgos.
De acuerdo con un comunicado del Instituto de Investigación Lunenfeld-Tanenbaum, los medicamentos agonistas del receptor GLP-1 muestran evidencia de reducir las complicaciones de las enfermedades metabólicas crónicas. En este sentido, los investigadores han encontrado que dichos fármacos pueden disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca, incluyendo insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad del hígado graso y enfermedad renal. Pese a este conocimiento, los especialistas desconocían los mecanismos detrás de tal efecto, hasta la publicación de un estudio del instituto en la revista Cell Metabolism.
En este, los investigadores se enfocaron en probar cómo los agonistas del receptor GLP-1 reducen la inflamación, un factor común de las enfermedades crónicas. Para esto, el equipo que realizó el estudio indujo inflamación sistemática en ratones, para posteriormente inyectar un agonista del receptor GLP-1. El medicamento redujo la inflamación, pero este efecto no pudo reproducirse en ratones genéticamente alterados para carecer de receptores de GLP-1 en las células cerebrales, ni cuando se bloqueaban a propósito estos receptores.
Así, explica el comunicado del instituto, los hallazgos revelan por primera vez la existencia de un eje entre los receptores GLP-1, el cerebro y el sistema inmune. Según los investigadores, este eje controla la inflamación a través del cuerpo, de forma independiente a la pérdida de peso asociada al uso de estos fármacos. A partir de estos resultados, los investigadores se plantean identificar a continuación las células cerebrales específicas que interactúan con el GLP-1.
Medicamentos de este tipo, como la semaglutida, ayudan al páncreas de personas con diabetes a liberar la cantidad adecuada de insulina al elevarse los niveles de azúcar en la sangre. También ayudan al cerebro a controlar el hambre y los antojos, por lo que ayudan a los pacientes con DM2 y obesidad a disminuir su peso. Sin embargo, este tratamiento también presenta ciertos riesgos.
No obstante, las autoridades sanitarias estadounidenses solo han dado aprobación a la marca comercial Wegovy para usarse en la pérdida de peso. Pese a esto, su uso se restringe a personas con un índice de masa corporal mayor a 27 con presión arterial alta o colesterol elevado.
Respecto a los riesgos específicos asociados al medicamento, los especialistas señalan que estos se asocian a los efectos secundarios. En este sentido, el uso de este medicamento puede provocar diversas reacciones adversas, incluyendo dolor o distensión abdominal, estreñimiento, dispepsia, gastritis, reflujo gastroesofágico, eructos y flatulencias. Asimismo, el medicamento está contraindicado en menores de 18 años y en personas con antecedentes familiares de carcinoma medular de tiroides, insuficiencia renal o hepática o síndrome de neoplasia endocrina.