Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La ubicación de México en el Anillo de Fuego y la interacción de cinco placas tectónicas lo convierten en uno de los países con mayor exposición a sismos e incendios, fenómenos que impactan directamente en la seguridad, la salud y el bienestar de la población. De acuerdo con datos del sector asegurador, el 68% de los habitantes ha sido afectado por emergencias de este tipo en algún momento de su vida.
En septiembre, desde 1985 se ha registrado el 39% de los terremotos mayores a 7 grados, incluyendo los devastadores eventos del 19 de septiembre de 1985 y 2017, que ocasionaron pérdidas humanas y materiales de gran magnitud.
Además del daño físico a viviendas y espacios de trabajo, estos desastres provocan consecuencias en la salud mental, como estrés, ansiedad y depresión. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) señaló para NotiPress que la cobertura contra sismos y erupciones volcánicas incluye la remoción de escombros, gastos extraordinarios y pérdida de utilidades, aunque muchas pólizas vinculadas a hipotecas solo cubren el saldo del crédito.
En 2025, el sector asegurador desembolsó más de 276 millones de dólares en indemnizaciones por terremotos, lo que equivale a 38.2% de las primas de riesgos catastróficos. Por otro lado, los incendios en viviendas representan el 43% de los siniestros de este tipo, lo que refuerza la necesidad de contar con pólizas que garanticen protección integral.
La AMIS impulsa programas de resiliencia comunitaria que incluyen asesoría, comunicación preventiva y coordinación con autoridades locales. El objetivo es fomentar la cultura de la prevención y cerrar la brecha de aseguramiento en comunidades con alta vulnerabilidad. La institución recomienda a las familias informarse sobre las coberturas disponibles y considerar el aseguramiento voluntario para proteger tanto el patrimonio como la salud y la estabilidad emocional.
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