Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Los tumores cerebrales, originados por mutaciones genéticas que alteran el crecimiento celular, presentan diversos síntomas y causas identificadas por expertos del Hospital Houston Methodist. Estas mutaciones, según informaron, pueden detectarse parcialmente con tecnologías recientes, aunque muchas aún no son identificables mediante pruebas clínicas.
En información exclusiva consultada por NotiPress, el equipo de neurólogos detalló que no existen factores de riesgo definidos para los tumores primarios. Sin embargo, la exposición a radiación, un sistema inmunológico debilitado y ciertos trastornos genéticos aumentan su probabilidad.
La exposición a grandes cantidades de radiación, proveniente de rayos X o tratamientos contra el cáncer, es el principal riesgo ambiental. Además, el sistema inmunológico comprometido, ya sea por enfermedades autoinmunes o desde el nacimiento, también incrementa la vulnerabilidad. Por otra parte, condiciones como la neurofibromatosis tipo 1 están relacionadas con una mayor incidencia de tumores cerebrales.
De acuerdo con el equipo médico del hospital, los tumores cerebrales primarios, como los glioblastomas y los astrocitomas anaplásicos, se originan directamente en el cerebro. Mientras tanto, los tumores secundarios resultan de cánceres que se inician en otros órganos y se propagan hacia el cerebro.
Sobre los síntomas, los neurólogos explicaron que "los síntomas de un tumor cerebral pueden ser variados y, en muchos casos, poco específicos". Estos incluyen confusión, somnolencia, dolor de cabeza, pérdida de equilibrio, alteraciones sensoriales, convulsiones y cambios de personalidad, entre otros.
El Hospital Houston Methodist enfatizó la importancia de diagnósticos oportunos mediante un enfoque personalizado y multidisciplinario. Los métodos empleados incluyen exámenes neurológicos, tomografía computarizada (CT scan), resonancia magnética (MRI) y biopsias que permiten conocer el perfil genético del tumor.
Según los especialistas, "han desarrollado nuevas tecnologías para identificar, evaluar y tratar tumores específicos según la predisposición genética de cada persona". Los exámenes neurológicos evalúan reflejos, movimientos faciales, visión y conciencia, mientras que la biopsia confirma la presencia del tumor y analiza su composición genética.
Los tumores cerebrales se clasifican por grados, que van del 1 al 4, según su crecimiento y agresividad. Los de grado 1 presentan un crecimiento lento y baja probabilidad de diseminación. En cambio, los de grado 4 presentan crecimiento agresivo y áreas de necrosis celular.
Finalmente, los neurólogos indicaron que "el grado del tumor, junto con los resultados de estudios y pruebas diagnósticas, será clave para definir el plan de tratamiento más adecuado para cada paciente". Este enfoque permite a los especialistas ajustar las terapias según la naturaleza y evolución de cada tumor cerebral.