Ciudad de México,
Ali Figueroa
Crédito foto: Markus Spiske en Unsplash
Científicos del medio ambiente y sostenibilidad informaron, el gas natural es un riesgo ambiental que contribuye al calentamiento global. Asimismo, ciudades de Estados Unidos buscan reducir su uso en edificios, especialmente hogares; pese a las campañas publicitarias que lo clasifican como un servicio no contaminante y seguro para interiores.
Ante las iniciativas de usar energías limpias para construcción y el espacio urbano, el gas natural y otros combustibles fósiles se mantienen como un riesgo persistente. Según un estudio coordinado por Ramón Alvarez, científico en jefe del Fondo de Defensa Ambiental (EDF, por sus siglas en inglés), la cadena de suministros y consumo de gas natural puede convertirse en un problema mayor que el dióxido de carbono (CO2). Los resultados del estudio, publicados por la revista Science, indican que desde 2015 las emisiones de metano por gas natural representan hasta 2.3% de las emisiones totales de gas en Estados Unidos.
De acuerdo con el Instituto Greenlining, organización de justicia económica y étnica, hay una resistencia en la sociedad que previene eliminar el uso de combustibles fósiles. Esta resistencia se observa de dos maneras predominantes: viejos hábitos que no cambian, y dificultades en zonas urbanas vulnerables. Según Carmelita Miller, consultora del instituto, si bien la electrificación de los edificios es una buena medida de sostenibilidad, hay miles de comunidades sin la infraestructura para implementarla en sus hogares.
La evidencia proporcionada por estudios sobre el impacto en medio ambiente del gas natural no evita que las compañías de gas realicen campañas de publicidad para fomentar su uso en interiores. Panama Bartholomy, CEO de la organización sin fines de lucro Coalición por la Decarbonización de California, informó que el éxito de estas campañas ha sido un factor decisivo en asegurar el comercio de gas natural.
Ted Lamm, investigador del cambio climático por parte de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos, indicó que algunas ciudades estadounidenses consideran prevenir el uso de combustibles fósiles en el funcionamiento de edificios. La Legislatura de Washington discute una iniciativa con objeto de eliminar dichos combustibles para las nuevos edificios a partir de 2027, agregó Lamm. Asimismo, el estado de California emitió un comunicado que advierte, sus edificios deberán estar completamente equipados para funcionar con electricidad en 2023; aunque no hay una prohibición sobre el uso de gas.
Debido al panorama de incertidumbre sobre la restricción de combustibles fósiles en construcciones, pese al riesgo ambiental del gas natural, científicos y organizaciones unen fuerzas para integrarlo en las políticas de sostenibilidad. Sin embargo, las problemáticas de hábitos y zonas vulnerables deben tomarse con prioridad si buscan un verdadero impacto en medio ambiente, indicaron las organizaciones.