Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Alan Cortés/Composición (NotiPress)
En entrevista para Xeu Noticias, Francisco Javier Ugalde, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, emitió una advertencia sobre las consecuencias que la sequía pronosticada para 2024 podría tener en la producción agrícola. Según Ugalde, el impacto podría variar entre el 30 y el 50 por ciento de pérdida en la cosecha.
Ugalde resalta, no todos los cultivos serán afectados de la misma manera, pues existen diferencias en los requisitos de agua entre diferentes plantas. Como ejemplo, menciona, las plantas de frijol, desde su germinación hasta la cosecha, necesitan 800 litros de agua para producir un kilogramo de semilla. En contraste, el maíz requiere 2 mil litros de agua para la misma cantidad. Esta disparidad en las necesidades hídricas hace que ciertos cultivos sean más susceptibles al déficit de lluvia que otros.
Ante la preocupación por las futuras cosechas, se están llevando a cabo investigaciones intensivas sobre el material genético de maíz y frijol. El objetivo es desarrollar variedades que sean tolerantes a la falta de agua durante las etapas críticas de su desarrollo. Esto podría proporcionar una solución a largo plazo para mitigar los efectos negativos de la sequía en la agricultura.
Por otro lado, Ugalde sugiere la implementación urgente de nuevas tecnologías para modernizar los sistemas de irrigación. La adopción de técnicas más eficientes y sostenibles podría ayudar a amortiguar el impacto del estiaje que se avecina, permitiendo una gestión más inteligente y precisa del recurso hídrico en el sector agrícola.
La comunidad científica y los agricultores están llamados a trabajar en conjunto para enfrentar este desafío, explorando soluciones innovadoras y adoptando prácticas más sostenibles. La conciencia sobre la importancia de preservar y utilizar de manera eficiente los recursos naturales se vuelve más importante en un escenario donde la sequía amenaza con afectar la seguridad alimentaria y la economía agrícola.