
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Durante enero a marzo de 2024, el Índice de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) registró un incremento del 10,5% en el segmento de vivienda económica-social. En el caso de la vivienda media-residencial, el alza alcanzó un 9,2%. Estas cifras evidencian una desaceleración en la capacidad de las familias para acceder a soluciones habitacionales formales por medio de créditos hipotecarios tradicionales.
Muchos hogares quedan excluidos del mercado inmobiliario formal debido a los elevados costos y a la insuficiencia de ingresos. A pesar de los esfuerzos de instituciones como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la demanda por opciones viables supera la oferta accesible.
Reportes del Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reflejaron un rezago en la adquisición de vivienda nueva en zonas urbanas. La diferencia entre el crecimiento salarial y el alza de precios en el sector inmobiliario profundiza el problema estructural de acceso a vivienda.
En este contexto, la autoconstrucción surge como una alternativa impuesta por las condiciones económicas. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, más del 60% de las viviendas son autoconstruidas sin asistencia profesional ni seguimiento de reglamentos técnicos.
La falta de una política integral de acceso a suelo urbano con servicios y de programas que atiendan a la población excluida del sistema financiero formal dificulta aún más el acceso a opciones seguras y planificadas. A su vez, esto genera una presión adicional sobre la infraestructura urbana y los servicios públicos.
Ante esta situación, Materiales San Cayetano Express, a través de su gerente general, el Ing. Oscar Montoya, compartió con NotiPress que muchos mexicanos deben recurrir a soluciones informales debido al costo elevado de las viviendas formales. Según Montoya, "nosotros nos hemos dado a la tarea de enseñarle a la gente cómo hacer las cosas diferentes y cómo usar mejor los productos", haciendo referencia a la iniciativa de brindar asesoría gratuita en tiendas y universidades.
El impacto del encarecimiento en la vivienda también se observa en la baja colocación de créditos hipotecarios nuevos en el primer trimestre del año, conforme a reportes del sector financiero. Esto limita el crecimiento del mercado formal y favorece prácticas que carecen de planificación estructural.
Investigaciones de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) coinciden en que el mercado requiere una reorganización del esquema de financiamiento y una actualización de políticas públicas. Así se podría garantizar la equidad en el acceso a vivienda digna y segura.
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