Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: Austin Distel on Unsplash
Un estudio realizado por Reuters Institute en conjunto con la Universidad de Oxford analizó las principales fuentes y tipos de desinformación sobre la pandemia de COVID-19, sobre todo de notas en inglés. Se halló que la información errónea era compartida principalmente por celebridades y políticos.
Se analizaron 225 artículos y notas informativas en redes sociales entre enero y marzo de este año, de estos artículos se encontró que el 59% fueron artículos reconfigurados donde la información verídica fue cambiada, mientras que el 38% fueron completa invención de los autores, sin pruebas ni fundamentos, el 3% restante corresponde a notas satíricas o de broma.
Así, el análisis demostró que los políticos, celebridades y otras figuras públicas realizaban el 20% de las afirmaciones que desinformaban al público, pero tenían un 69% de la repercusión de redes sociales; los posts de personas comunes no tenían un seguimiento o difusión tan prolongado.
Ejemplo de esto es la publicación de Woody Harrelson, actor estadounidense, donde comparte información que asegura la red 5G ayuda a propagar el virus de manera más rápida en la población, una teoría conspiratoria que llevó incluso al derribo de una torre de esta red por parte de los ciudadanos en Reino Unido.
Ante esta situación las redes sociales ya han efectuado acciones: Twitter, Facebook y YouTube comenzaron a eliminar las publicaciones y videos con información errónea o que generaba pánico en los usuarios, al mismo tiempo que notificaba la información de autoridades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o demás instituciones de salud con información verídica en las páginas de inicio.
Sin embargo, el estudio también verificó la respuesta de las redes sociales para eliminar este contenido. Como resultado se obtuvo el 59% de los tweets con información falsa aún no eran eliminados; 27% de los vídeos de YouTube aún permanecían en la página, y 24% de las publicaciones con desinformación en Facebook se mantenía en la app o sin etiquetas que advirtieran al público, con la observación de que la información compartida en grupos privados o chats no era verificada.
La lucha por parte de instituciones de salud, gobiernos y redes sociales para combatir la desinformación que afectan negativamente a los usuarios, provocando estrés, pánico y ansiedad en la población en general, continuará mientras duré la pandemia, por ello se realizan todos los esfuerzos para compartir la información verídica de la pandemia de COVID-19.