Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Un aumento sostenido de suicidios ubicó a Argentina por encima de la media mundial, con cifras que alcanzaron un récord histórico en 2024. Según el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC), se registraron 4.249 muertes autoprovocadas durante ese año, lo que equivale a una tasa de 9,8 casos por cada 100.000 habitantes.
Estos datos oficiales superan el promedio global estimado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ronda los 8,1 casos por cada 100.000 personas. En el país, el suicidio se consolidó como la principal causa de muerte violenta, por encima de los accidentes viales y los homicidios dolosos, representando el 41,7% de los casos.
Dentro de los factores asociados al fenómeno, los reportes mencionan condiciones sociales, económicas y una limitada disponibilidad de atención profesional. Según el Ministerio de Salud, a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS), se reportan en promedio 22 internaciones diarias por intentos de suicidio. La mayoría de los casos afecta a jóvenes en edad productiva, con especial incidencia entre los 20 y 34 años.
La OMS indicó que algunos factores de riesgo se relacionan con "dificultades para obtener acceso a la atención de salud y recibir la asistencia necesaria". También se incluyen la estigmatización de quienes buscan ayuda y la presencia de medios fácilmente accesibles para concretar el acto.
Durante la misma semana en que se conocieron estos datos, tres integrantes del Ejército Argentino murieron en distintas provincias en circunstancias que se encuentran bajo investigación judicial. Los episodios, ocurridos en Mendoza, Buenos Aires y Corrientes entre el 16 y el 18 de diciembre, activaron protocolos institucionales y renovaron la atención sobre los mecanismos de contención psicosocial dentro de las fuerzas armadas. En todos los casos, las autoridades iniciaron actuaciones judiciales y administrativas, sin confirmar por el momento una conexión directa entre los hechos.
El 16 de diciembre de 2025, Argentina se alineó con Estados Unidos al votar en contra de una declaración política sobre enfermedades no transmisibles y salud mental en la Asamblea General de la ONU. Fueron los únicos dos países que rechazaron el documento, mientras que Paraguay se abstuvo y 175 naciones lo apoyaron. El texto estableció metas sanitarias concretas hacia 2030, como ampliar el acceso a servicios de salud mental, reducir el consumo de tabaco y mejorar el control de la hipertensión.
La declaración también promovió que al menos el 80% de los países implementen políticas regulatorias y fiscales en materia de salud mental y enfermedades crónicas. Según la ONU, algunos de los puntos objetados por quienes votaron en contra fueron las referencias al derecho a la salud sexual y reproductiva, y al impacto desigual de estas enfermedades en mujeres por su rol como cuidadoras.
En el caso argentino, la mayor proporción de suicidios se registró en personas de sexo masculino (80,6%). Los días domingo y lunes concentraron el mayor número de casos, con predominancia del domicilio particular como lugar de ocurrencia. Estas tendencias se mantuvieron en los últimos cinco años, de acuerdo con el relevamiento oficial.