Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
El jefe de Gobierno, Martí Batres, habló sobre el compromiso conjunto entre la Ciudad de México y el Estado de México para garantizar un suministro constante y seguro de agua en ambos territorios. Durante la conferencia del 23 de febrero, Batres destacó los esfuerzos colaborativos que se están realizando para asegurar que cada hogar tenga acceso a agua potable. "Hemos estado trabajando juntos en varios sistemas, como la rehabilitación de los pozos del Sistema Chiconautla", mencionó Batres. Este sistema, ubicado en Ecatepec, juega un papel crucial en el suministro de agua a ambas entidades federativas.
Por su parte, el gobierno del Estado de México presentó un plan hídrico para abordar la crisis del agua que afecta a la región central del país. El plan se centra en una transición desde un modelo exclusivamente extractivista hacia uno más sostenible que incluye el reuso del agua y la recuperación de cuerpos hídricos.
Entre las medidas a corto plazo se encuentra un programa ya en marcha para recuperar y rehabilitar 94 pozos abandonados o desusados con una capacidad combinada proyectada de mil 218 litros por segundo. Se espera que estos pozos estén operativos entre mayo y junio gracias a una inversión inicial de 60 millones obtenidos por ahorros presupuestarios. Para garantizar la viabilidad futura del suministro hídrico, también se está buscando apoyo federal adicional para desarrollar obras significativas que puedan diversificar las fuentes alternativas disponibles.
"Se ha trabajado en diversos puntos, por eso, yo cuando digo que la Ciudad de México tiene garantizado el abasto de agua potable, en el corto, mediano y largo plazo, es porque me baso en un conjunto de acciones, obras que se están haciendo desde hace tiempo, no desde ahorita, y eso nos permite esa certidumbre", señaló Batres.
La falta de agua en CDMX y EDOMEX se debe a varios factores, entre ellos:
- La sequía que afecta al sistema cutzamala, que es el principal proveedor de agua potable a ambas entidades. Este sistema ha registrado su nivel más bajo en 30 años, con una reducción del 40% de su capacidad y un déficit del 37.8%.
- El cambio climático, que ha provocado un aumento de las temperaturas y una disminución de las lluvias en la región central del país. Esto ha afectado la recarga de los mantos acuíferos y la disponibilidad de agua superficial.
- El crecimiento poblacional y urbano, que ha incrementado la demanda y el consumo de agua, así como la contaminación y el desperdicio del recurso. Según el IMCO, la Ciudad de México y el Estado de México concentran el 23.7% de la población nacional y el 27.5% del PIB, pero solo cuentan con el 1.1% de la disponibilidad natural media de agua.
Ante esta situación, las autoridades han implementado medidas para reducir el suministro de agua, rehabilitar pozos, potabilizar plantas y buscar fuentes alternativas. Sin embargo, también se requiere una gestión integral y sustentable del agua, que involucre a todos los niveles de gobierno, la sociedad civil y el sector privado.
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