Ciudad de México,
Patricia Manero
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De acuerdo con la Secretaría de Salud, en la actualidad, 20 millones de personas enfrentan adicción al alcohol. Con frecuencia, se trata de quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio. El consumo de alcohol a edad temprana y en exceso es una problemática de salud pública a nivel nacional.
Juan Arturo Sabines Torres, presidente de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C., aseguró que, aunque el consumo per cápita de alcohol puede ser más bajo en México que en otros países, el patrón de consumo se caracteriza por ser excesivo. Esto quiere decir, se consumen grandes cantidades en periodos cortos, principalmente los fines de semana.
En términos generales, en adultos, el 55% de ellos ha consumido alcohol alguna vez en su vida y cuando revisamos patrones de consumo excesivo el 19%, es decir, 2 de cada 10 adultos en México tienen consumo excesivo de alcohol", indicó el maestro Sabines Torres en una rueda de prensa por la conmemoración del 89 aniversario de Alcohólicos Anónimos, con acceso para NotiPress.Gady Zabicky Sirot, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), indica, a partir de la pandemia se incrementó el consumo de alcohol a edad temprana. Asimismo, advirtió, el cerebro adolescente es susceptible a los efectos del alcohol por los cambios físicos en este período de la vida.
El consumo de alcohol a edad temprana tiene efectos inmediatos y a largo plazo significativos en el cerebro y el comportamiento. Inmediatamente, el alcohol afecta la toma de decisiones y el control de los impulsos, y puede reducir la percepción del peligro al interferir con la función de la amígdala. Además, produce sensaciones placenteras como la euforia, lo que puede incentivar el consumo repetido.
Por otro lado, el alcohol también puede causar lagunas mentales, donde las personas experimentan vacíos en la memoria debido a la interrupción temporal del proceso de consolidación de la memoria en el hipocampo. Este fenómeno es común entre los adolescentes, con aproximadamente uno de cada 5 informando haber tenido una laguna mental inducida por el alcohol.
A largo plazo, el consumo de alcohol durante la adolescencia está asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos por consumo de alcohol y problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Investigaciones sugieren que el alcohol puede afectar negativamente la función cerebral, incluyendo áreas clave como el lóbulo frontal, el hipocampo, la amígdala y el cuerpo calloso. Esto puede impactar la cognición, la memoria y el rendimiento académico.