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En una intervención ante el Consejo de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se presentó un informe sobre el impacto de las nuevas tecnologías basado en las libertades fundamentales. La expresidenta de Chile y ahora alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet instó a frenar el desarrollo de ellas como la inteligencia artificial hasta tener las leyes adecuadas.
"No podemos seguir reaccionando tardíamente a los efectos de la IA, ni permitir que se use de manera ilimitada, sin fronteras, sin supervisión". Puntualizó Bachelet, quien además expresó que un desarrollo sin ningún tipo de vigilancia podría tener inevitables consecuencias sobre los derechos humanos.
De acuerdo con el documento presentado, el uso de la IA crea de forma automática perfiles, toma decisiones, y al mismo tiempo, vulnera la libertad de expresión y movimiento. Además, transgrede el derecho a la intimidad en diferentes sectores, desde el educativo hasta otros relacionados con la salud.
El informe también presenta los casos de algunas personas cuya privacidad fue vulnerada por sistemas programados con inteligencia artificial y han sido tratadas injustamente por el sistema. Por ejemplo, negando prestaciones de seguro social, ser detenidas en vía pública debido a los errores de los sistemas de reconocimiento facial. Además, el reporte de la ONU también examina cómo los países y las empresas se han apresurado a aplicar sistemas basados en IA que afectan la vida y los medios de subsistencia de las personas.
Ante ello, la expresidenta chilena insta a las autoridades internacionales y a las principales empresas de tecnología a ser más transparentes con el desarrollo de sus productos y servicios basados en IA. "La inteligencia artificial está en todos los rincones de nuestras vidas y puede decidir quién recibe servicios públicos o quién tiene la oportunidad de obtener un empleo", subrayó Bachelet.
Los propios expertos de los derechos humanos de la ONU explican que todos los datos recopilados alimentan y orientan a los sistemas de IA. Sin embargo, todavía no existe un proceso justo el cual pueda hacer selecciones precisas, y cuando eso no sucede, puede conducir a decisiones discriminatorias.
Altos comisionados de los derechos humanos de la ONU señalan que algunos países, entre ellos, China, Estados Unidos e incluso Australia, no tienen regulaciones claras respecto a la IA. Principalmente en el desarrollo de software para reconocimiento facial en vigilancia o seguridad biométrica en lugares públicos.
Mediante este informe, los comisionados de la ONU esperan una respuesta clara por parte de las firmas tecnológicas para regular el correcto uso de la inteligencia artificial. Además, los expertos afirman que, debe haber cautela sobre las herramientas de seguridad biométrica al momento de ser utilizadas, ya que pueden atentar contra los estados emocionales y mentales de las personas.
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