Ciudad de México,
Fernanda Martínez
Crédito foto: Josue Díaz (NotiPress/Composición)
Muchos mexicanos se han cuestionado si existe un fenómeno que haga a septiembre el mes de grandes temblores. Sin embargo, los registros sísmicos de México señalan que diciembre es el mes con más grandes terremotos en los últimos 121 años.
Desde 1900 han ocurrido 86 sismos considerados grandes, es decir, tuvieron una magnitud mayor a la de 7,0, según las estadísticas del Servicio Sismológico Nacional (SSN). En el mes de diciembre se han registrado 12 terremotos, en septiembre 11 y en junio 10.
Científicos reconocen que la duda surge porque las personas están acostumbradas a relacionar los eventos que han vivido. Por ejemplo, los habitantes de la Ciudad de México con más de 40 años vivieron los dos temblores de 1985 y 2017, en la misma fecha, 19 de septiembre.
Arturo Iglesias Mendoza, jefe del SSN comentó con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que la distribución de temblores no tiene un pico en septiembre. Sin embargo, destacó que el estado de Guerrero es la zona con mayor actividad sísmica en el país y de tsunamis, por lo cual es importante estar siempre preparados para nuevos temblores en la zona.
Para los científicos del SSN y UNAM, es imposible saber si volverá a ocurrir un sismo similar al del 19 de septiembre. De acuerdo con su explicación, no se pueden predecir, por lo cual Jorge Aguirre, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, dijo que no se puede declarar que no volverá ocurrir o cuando sucederá.
Sin embargo, los estados ubicados en el centro, sur y sureste del país, están más expuestos por la sismicidad. Dichas regiones se encuentran en fallas geológicas, como por ejemplo la placa de cocos.
Asimismo, la época de lluvias, la cual coincide con el mes de septiembre, no es motivo de factor para que tiemble en la CDMX o cualquier parte del país. Incluso, el jefe del SSN afirmó que no hay sustento científico para atribuirle a las lluvias los sismos. Sin embargo, la sismicidad puede influir porque recarga a las presas, pues "altera el estado de esfuerzos alrededor de la presa".
Igualmente, los expertos aseguran que no hay evidencia científica sobre la relación entre el cambio climático y los temblores. Pues, a pesar de que ambos causen desastres, sus orígenes son distintos.
Por su parte, el Gobierno de México, indica que los sismos pueden ser causados por el desplazamiento de plantas tectónicas, las cuales afectan grandes extensiones. Asimismo, una erupción volcánica puede provocar movimientos en zonas cercanas y cuando en la corteza se produce una acción erosiva de aguas subterráneas provocando un vacío. También se puede dar por desplazamientos de montañas en las fallas, pero no son de gran magnitud y por las explosiones atómicas hechas por humanos.