De la amenaza patagónica de cortar suministros a la propuesta de "diálogo resolutivo"

La tensión entre el gobierno de Chubut y el Ejecutivo nacional alcanza un nuevo pico con la amenaza de corte en el suministro de petróleo y gas. Ignacio Torres, gobernador de la provincia patagónica, puso en jaque al Gobierno nacional, exigiendo la liberación de fondos de coparticipación recientemente retenidos. Ahora dice estar dispuesto al diálogo, aunque exige: diálogo resolutivo.

Torres expresó su disposición al diálogo, siempre que este sea efectivo y conduzca a una solución concreta, el "diálogo resolutivo". La postura del gobernador refleja la creciente frustración ante lo que considera una estrategia del Gobierno nacional para asfixiar económicamente a Chubut.

Durante una reunión el 23 de febrero de 2024, gobernadores de las provincias patagónicas mostraron su unánime apoyo a Chubut, subrayando la solidaridad regional frente a la disputa. Esta coalición subraya la importancia estratégica del sur argentino en el contexto energético nacional. Así, se disputa la rebelión patagónica versus la disciplina Gobierno nacional.

El conflicto se centra en una deuda poco más de 13 mil 000 millones de pesos, para la cual Chubut propuso un canje que el Gobierno nacional ha rechazado. Esta negativa derivó en la retención de fondos correspondientes a Chubut, exacerbando las tensiones.

Ante la posibilidad de un corte en el suministro energético, el ministro del Interior, Guillermo Francos, calificó la medida de "absolutamente ilegal", insistiendo en que Torres debe acatar la ley. Esta declaración sugiere un potencial enfrentamiento legal y político de consecuencias inciertas.

El respaldo recibido por Chubut de otras provincias patagónicas refuerza la posición de Torres, quien asegura defender los intereses de su provincia ante lo que percibe como presiones indebidas del Gobierno nacional. La propuesta del diálogo resolutivo surge como variante de las amenazas de cortar el suministro de petróleo y gas al resto del país. Este episodio destaca la complejidad de las relaciones federativas en Argentina, derivadas de usos y costumbres de gobiernos anteriores, con tendencia a la irresponsabilidad en el equilibrio fiscal. Ahora, se pone en relieve las disputas por recursos críticos en un momento de tensión económica, donde la premisa es: "no hay plata".