Foto: Gobierno de Argentina
La Oficina del Presidente de la Nación confirmó la visita del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, a la Casa Rosada, donde fue recibido por el presidente Javier Milei, la secretaria general Karina Milei y el canciller Gerardo Werthein. El encuentro se llevó a cabo en el contexto del respaldo de Argentina a una transición democrática en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio de 2024, cuyos resultados no fueron reconocidos por el régimen de Nicolás Maduro, que se niega a entregar el poder.
En la reunión, el presidente argentino subrayó la importancia de fortalecer la cooperación regional con el objetivo de consolidar una Latinoamérica libre de regímenes autoritarios. "Es crucial promover la estabilidad y el respeto a la voluntad popular en toda la región", expresó Milei, quien reafirmó el compromiso de su gobierno con los valores republicanos y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Temas abordados durante el encuentro
Uno de los puntos destacados fue la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo por el régimen chavista. Este caso ha sido denunciado ante la Corte Penal Internacional (CPI) y calificado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) como un crimen de lesa humanidad. Las autoridades argentinas expresaron su rechazo a este acto, instando a la comunidad internacional a continuar ejerciendo presión sobre el gobierno de Maduro para lograr la liberación del oficial y la protección de los derechos humanos en Venezuela.
Asimismo, ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de garantizar la seguridad de los exiliados venezolanos en Argentina, una comunidad que supera los 200.000 ciudadanos, muchos de ellos perseguidos por razones políticas o forzados a emigrar debido a la crisis económica en su país de origen.
El encuentro culminó con un saludo de ambos líderes a la multitud de venezolanos congregada en Plaza de Mayo, quienes manifestaron su respaldo a González Urrutia y agradecieron el apoyo del gobierno argentino. La comunidad venezolana ha jugado un papel fundamental en la denuncia internacional del deterioro de los derechos humanos en su país.
El gobierno argentino reiteró su postura firme de continuar trabajando por una Latinoamérica democrática, en la que prevalezcan las libertades individuales y el respeto al estado de derecho.
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