Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: Senasa
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) implementó medidas preventivas en Argentina tras la alerta emitida por Alemania sobre un brote de fiebre aftosa. La decisión se tomó luego de que el Ministerio de Agricultura alemán notificara oficialmente a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) la detección de casos en el distrito de Märkisch-Oderland, en la región de Brandeburgo, cerca de Berlín.
Dicho brote, que afectó a tres búfalos de agua, fue el primero reportado en Alemania desde 1988, según detalló Michael Hauck, portavoz del Ministerio de Agricultura de ese país. La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a animales de pezuña hendida como bovinos, ovinos y porcinos. Según lo informado por Clarín, puede generar grandes pérdidas económicas debido a las restricciones comerciales y al sacrificio de animales necesarios para contener el virus.
Tras la comunicación oficial por parte de las autoridades alemanas, el Senasa resolvió suspender temporalmente las importaciones de semen bovino, productos y subproductos de origen rumiante, porcinos y animales de caza procedentes de Alemania. Estas medidas buscan prevenir la introducción del virus en el territorio argentino. Entre las mercancías afectadas se encuentran productos derivados de bovinos, bubalinos, ovinos, caprinos y porcinos, cuya importación depende de la certificación sanitaria del país de origen como libre de fiebre aftosa.
Las autoridades argentinas también solicitaron a Alemania ampliar la información epidemiológica del evento. Desde el Senasa explicaron que la restitución de las importaciones dependerá de la evolución del brote y del reconocimiento por parte de la OMSA de la condición de país libre de la enfermedad . Adicionalmente, se ordenó el refuerzo de los controles en las fronteras nacionales, aeropuertos y puertos para evitar la entrada del virus.
En Alemania, las autoridades veterinarias establecieron zonas de protección y vigilancia en torno al brote, prohibiendo el movimiento de animales desde el área afectada. "Se han establecido zonas de restricción", señaló Hauck, quien también aseguró que la enfermedad no representa un riesgo para los humanos consumidores de carne o productos lácteos. De todas maneras advirtió que el virus puede ser transmitido por personas quienes hayan tenido contacto con animales infectados.
La fiebre aftosa es considerada una de las enfermedades animales más contagiosas del mundo y causó grandes problemas en el sector agropecuario en distintos países. El último brote significativo registrado en Europa ocurrió en Bulgaria en 2011, cuando se debieron sacrificar cientos de animales para contener la epidemia, de acuerdo con la OMSA.
Alemania comenzó a criar búfalos de agua en la década de 1990, según informaron las autoridades regionales. Estos animales son valorados por la calidad de su leche y carne, además de ser utilizados para controlar el crecimiento de la vegetación en áreas agrícolas y reservas naturales.