Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El mercado financiero internacional es testigo de un cambio significativo en la percepción del riesgo argentino, marcado por un descenso notable en el indicador de riesgo país y un alza en el valor de los bonos soberanos en dólares. Este fenómeno capta la atención de inversionistas y analistas globales, especialmente en lo que va de 2024.
Así, el riesgo país, medido por el banco JP Morgan a través del Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), es una herramienta esencial para evaluar la diferencia entre la tasa de interés que paga un país por sus bonos y la que abona Estados Unidos por sus títulos del Tesoro. Esta medición es crucial para entender la confianza de los inversores en la economía de una nación.
Argentina mostró una notable mejora en este aspecto, ya que en 2022, el indicador del riesgo país alcanzó los dos mil 900 puntos. Al 4 de abril de 2024, el riesgo país se ubicó en mil 367 puntos, la cifra más baja desde el 18 de noviembre de 2020. Paralelamente, los bonos argentinos en dólares experimentaron un incremento de casi el 50% en su valor, con los bonos globales del canje liderando esta tendencia con una subida del 1.5% en promedio. En marzo, el riesgo país de Argentina se redujo a mínimos desde 2021.
La dinámica inversa entre el riesgo país y el valor de los bonos soberanos es un fenómeno bien conocido por los economistas. Cuando los bonos de un país aumentan su valor, el riesgo país tiende a disminuir, reflejando una mayor confianza de los inversores en la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones de deuda. Este patrón se confirma claramente en Argentina, donde la mejora del resultado fiscal y comercial impulsa la valoración de sus bonos en Wall Street.
Asimismo, la significativa alza de los bonos argentinos en dólares y la consecuente reducción del riesgo país representan un punto de inflexión para la economía del país. Este cambio positivo, además de beneficiar a Argentina en términos de costos de financiamiento en los mercados internacionales, también podría atraer mayor inversión extranjera directa, vital para el crecimiento económico sostenible.
En resumen, el desempeño de los bonos argentinos en 2024 y la reducción del riesgo país son indicativos de una mejora en la percepción global de la economía argentina. Estos acontecimientos ofrecen un panorama prometedor para los inversores y confirman que las políticas económicas y los resultados fiscales de la administración de Javier Milei van un camino correcto. A medida que Argentina continúa este camino de recuperación económica, los ojos del mundo financiero permanecen atentos a su evolución.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS