Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El Gobierno boliviano llamó a consultas a su embajador en Argentina luego de que el presidente argentino hiciera público un comunicado. Por su parte, la comunicación de la Javier Milei la cual afirmó que se trató de un falso intento de golpe de Estado cayó mal. Esto, al referirse a lo ocurrido el 26 de junio en Bolivia cuando un grupo de militares tomó la plaza principal de La Paz.
Bolivia llamó al embajador Ramiro Tapia como también al embajador de Argentina en La Paz, Marcelo Massoni para "transmitir la molestia" del gobierno boliviano. En un comunicado, la ministra interina de Relaciones Exteriores, María Nela Prada Tejada expresó "rechazo" a los dichos de Milei.
Después del presunto levantamiento militar encabezado por el general Juan José Zúñiga, varios mandatarios de la región denunciaron un intento de golpe de Estado. Sin embargo, el presidente argentino, Javier Milei, no comentó al respecto sino hasta el domingo 30 de junio de 2026 cuando la Casa Rosada publicó un comunicado en el cual manifestaba que el Gobierno de Luis Arce realizó un autogolpe.
A pesar que desde el Gobierno argentino aseguraron que el comunicado no causaría ningún conflicto diplomático, las repercusiones no se hicieron esperar ya que desde el Gobierno de Bolivia llamaron a consulta al embajador boliviano en Buenos Aires. También convocaron al embajador argentino en Bolivia para expresarles su "energético rechazo" a la declaración en Casa Rosada.
De esta manera, la canciller interina de Bolivia, María Nela Prada, manifestó que "Bolivia rechaza inamistosas y temerarias declaraciones de la Oficina del presidente de la República Argentina". Además, agregó que "cualquier acto militar que amenace con tanques de guerra y militares armados al gobierno constituido por el voto del pueblo es claramente un golpe de Estado".
Por otro lado, también negó las acusaciones sobre presos políticos al afirmar que "las desinformadas y tendenciosas aseveraciones sobre una posible existencia de presos políticos o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable".
Con el llamado a consulta realizado por Bolivia a su embajador en Buenos Aires, el Gobierno de Javier Milei suma, con tan solo siete meses al frente del Ejecutivo, un nuevo registro a las relaciones diplomáticas con algún país. Uno de los primeros enfrentamientos que derivó en una consulta fue entre Milei y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuando el presidente argentino afirmó en una entrevista que Petro era "un comunista asesino que está hundiendo a Colombia".
Meses después, las declaraciones de Milei en España pusieron a Pedro Sánchez a la defensiva, desencadenando una escalada diplomática en el país europeo. Nuevamente, condujeron al gobierno español a llamar a consultas. Finalmente, la disputa se recrudeció cuando el gobierno de Sánchez decidió retirar a la embajadora española, María Jesús Alonso Jiménez, de Argentina.
Actualmente, las palabras cruzadas entre Argentina y Bolivia resaltan la contrariedad ideológica entre ambos gobiernos. Pero también se entremezcla con la tensión que existe entre el actual presidente boliviano con el expresidente y miembro de su mismo partido, Evo Morales, quien también acusó a Luis Arce de llevar a cabo un golpe autoinfligido.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS
