Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: Martín Olivera (Composición/NotiPress)
La provincia de Buenos Aires, el bastión del peronismo durante muchos años, registró un vuelco electoral sin antecedentes entre las elecciones provinciales del 7 de septiembre y las nacionales celebradas 49 días después. La Libertad Avanza (LLA), fuerza encabezada por Javier Milei, sumó 880 mil votos nuevos y logró imponerse por una diferencia de 0,54 puntos, revirtiendo una derrota previa frente al frente kirchnerista Fuerza Patria, durante las elecciones legislativas provinciales.
Si bien el oficialismo nacional logró salir victorioso en la región, su recorrido entre las elecciones provinciales y nacionales fue compleja. La LLA de la provincia debió retirar a su principal candidato bonaerense, José Luis Espert, tras acusaciones públicas por presuntos vínculos con el empresario Fred Machado, quien está acusado de narcotráfico. Al mismo tiempo, la campaña se desarrolló bajo el impacto de una corrida cambiaria que logró aamortiguarse con el respaldo del presidente estadounidense Donald Trump. A pesar de ese contexto adverso, el espacio libertario logró revertir el resultado previo, en el cual el peronismo sacó 13 puntos por encima de LLA.
Según un informe publicado por La Nación, uno de los factores determinantes fue la estrategia de polarización asumida por Milei. En su discurso de campaña, el mandatario sostuvo: "O la libertad avanza, o la Argentina retrocede". La figura del gobernador Axel Kicillof operó como eje simbólico del discurso opositor, consolidando a LLA como una alternativa directa frente al kirchnerismo.
El análisis también señala un debilitamiento del resto de las fuerzas no peronistas, que en conjunto perdieron 580 mil votos. Entre estas se encuentran Provincias Unidas, Coalición Cívica, Nuevos Aires, Unión y Libertad, Potencia y Hechos. Muchas de estas listas no compitieron en la elección nacional o vieron reducido su caudal de forma significativa. En paralelo, partidos de corte filolibertario también se diluyeron o quedaron fuera de la contienda.
Otro elemento clave fue la menor movilización de los intendentes peronistas, especialmente en la Tercera Sección Electoral, donde el peronismo había alcanzado una ventaja de 15 puntos en septiembre. En municipios como Esteban Echeverría, el cambio fue notorio: el intendente Fernando Gray, que en septiembre integró la lista kirchnerista, compitió por fuera y obtuvo 78.125 votos. Según los datos, "solo con esos votos Frente Patria hubiera vuelto a ganar la provincia".
También se destacó el impacto de la Boleta Única Papel (BUP), mecanismo que dificultó la distribución de boletas partidarias por parte del aparato peronista. Esta modificación coincidió con una caída del voto en blanco y nulo, que pasó de 6,8% a 3,4%, lo cual representa unos 300 mil votos adicionales incorporados al conteo general.
El crecimiento de la participación fue otro factor decisivo. En los comicios nacionales votaron 238 mil personas más, sin contar los 260 mil residentes extranjeros que solo participaron en las elecciones provinciales. Municipios como Tigre, Vicente López y San Isidro, donde LLA tuvo un buen desempeño, registraron las mayores subas de presentismo.
Por último, la alianza LLA con el PRO le permitió a la Casa Rosada rescatar la campaña después de la renuncia de Espert. El diputado Diego Santilli representó la coalisión, saliendo victorioso a pesar de que, luego de una gran disputa judicial, en la boleta seguía figurando Espert.
Los resultados marcaron un giro profundo en el mapa político de la provincia más poblada del país. A pesar de que el peronismo sigue siendo la fuerza política más fuerte de la jurisdicción, los resultados representan un cambio paulatino en la postura ideológica de los votantes que, con el tiempo, puede avanzar.
Contenido actualizado el 29-10-2025 09:25