Buenos Aires,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Un reciente estudio realizado por especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) develó mecanismos biológicos fundamentales para la recuperación de recuerdos, particularmente aquellos relacionados con la memoria episódica. Este tipo de memoria permite a los individuos recordar experiencias y contextos específicos, como reconocer un lugar o revivir un evento particular.
El hallazgo, publicado en la revista PLoS Biology, se basa en modelos preclínicos y podría revolucionar el desarrollo de estrategias terapéuticas para enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. También tiene el potencial de mitigar el deterioro natural de la memoria asociado al envejecimiento.
La investigación estuvo liderada por Pedro Bekinschtein y Mariano Belluscio, ambos del CONICET, en colaboración con el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCyT) y el Instituto de Fisiología y Biofísica (IFIBIO). Allí, abordaron un aspecto poco comprendido del proceso de memoria: la recuperación.
Mientras la consolidación y almacenamiento de recuerdos fueron estudiados en profundidad, la forma de recuperación de recuerdos almacenados es algo poco explorado hasta ahora. En ese sentido, Bekinschtein destacó que su trabajo estuvo centrado en la memoria de reconocimiento contextual, una subcategoría de la memoria episódica y permite identificar lugares y experiencias previamente vividas.
En ese sentido, la memoria episódica se refiere a recuerdos específicos de eventos ocurridos en un tiempo y lugar determinados. Un ejemplo podría ser recordar un almuerzo en un restaurante durante un viaje o revivir un cumpleaños celebrado en un lugar especial. El estudio destaca cómo la memoria episódica permite reconocer lugares de la infancia, incluso cuando aunque hayan cambiado con el tiempo.
Sin embargo, puede haber ocasiones donde los recuerdos no se evocan con claridad, y esto se debe a fallos en el proceso de recuperación. Para profundizar este fenómeno, el equipo de investigación utilizó ratas como modelos preclínicos, dado que sus cerebros comparten muchas similitudes con los humanos en cuanto a las regiones asociadas con la memoria.
Los investigadores descubrieron que el glutamato, un neurotransmisor clave en el hipocampo, juega un papel crucial en la evocación de recuerdos. La inhibición del glutamato impedía el reconocimiento de espacios previamente vistosy, si se activaba mejoraba la capacidad de reconocimiento de los espacios.
Además, el estudio se enfocó en las células del lugar del hipocampo, neuronas especializadas en reconocer contextos espaciales. Los experimentos revelaron que las variaciones en la actividad de estas células en una región específica del hipocampo, conocida como CA3, podrían predecir si los animales reconocen un contexto como familiar o nuevo. Para Belluscio, la investigación proporciona información valiosa para explorar estrategias que podrían mejorar la salud del cerebro y optimizar la recuperación de información almacenada.
Los mecanismos biológicos identificados podrían ser fundamentales para diseñar intervenciones que modulen la función del glutamato y mejoren la recuperación de recuerdos.Los hallazgos de la investigación enriquecen la comprensión de las fallas de memoria en enfermedades neurodegenerativas, y abre nuevas posibilidades para el desarrollo de tratamientos específicos.