Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En un notable giro de los acontecimientos económicos, la inflación anual esperada en Argentina experimentó una significativa reducción en marzo, ubicándose en un promedio del 123%. Este cambio representa una caída considerable desde el 170,8% reportado en febrero, según los datos proporcionados por la Encuesta de Expectativas de Inflación elaborada por la Universidad Di Tella.
La disminución de las expectativas inflacionarias se observó a lo largo de todo el país, afectando tanto a diversas regiones como a familias de distintos niveles de ingreso. Este fenómeno sugiere una respuesta colectiva ante los esfuerzos por estabilizar la economía y controlar la inflación.
Respecto a la inflación esperada para los próximos 30 días, el estudio reveló una proyección promedio del 15,46%, marcando una disminución desde el 19,08% reportado en febrero. Este dato, que también mostró una caída en su mediana del 20% al 15%, refleja una mayor confianza o, al menos, una esperanza moderada en la gestión económica a corto plazo.
Así, el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella destacó la relevancia de este último indicador, señalando que, en contextos de incertidumbre como el actual, las personas tienden a encontrar más sencillo pronosticar el corto plazo. Este aspecto subraya la importancia de las percepciones y expectativas en la economía diaria de los ciudadanos. Esta novedad revelada por la Universidad Di Tella no es trivial, pues en 2023, Argentina obtuvo un nivel récord de inflación.
La reducción de las expectativas inflacionarias no fue uniforme en todo el país. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el Gran Buenos Aires (GBA), la inflación esperada para los próximos 12 meses se situó en 148,2% y 140,7%, respectivamente, lo que representa una disminución significativa en comparación con el mes anterior. En las regiones del interior del país, la expectativa promedio también descendió, situándose en 111,2%, lo que implica una importante mejora respecto a los datos previos.
Además, el estudio arrojó luz sobre la variación de las expectativas inflacionarias entre hogares de distintos niveles educativos, lo que indirectamente refleja los distintos niveles de ingreso. En un cambio notable respecto a meses anteriores, marzo mostró que las personas con mayor nivel educativo ahora esperan una inflación menor, un indicativo de cómo la percepción sobre la economía puede variar significativamente entre diferentes segmentos de la población.
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