Ciudad de Buenos Aires,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene las proyecciones para Argentina. Sin embargo, el organismo prevé que la economía rebote 5% luego de calcular una caída del 3,5% para 2024. Al mismo tiempo, mantiene una proyección de inflación para el año 2025 de 45%, con una desaceleración de la inflación desde el 211% al 140% anual, un número que está muy por encima del 18,3% que el Gobierno proyecta en el presupuesto presentado ante el Congreso.
De acuerdo con el economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, las proyecciones económicas "no fueron actualizadas y la razón es que hay discusiones abiertas entre el Gobierno y el Fondo Monetario". El motivo para no modificar los números es que aun se está delineando un nuevo acuerdo para reemplazar al programa que firmó el gobierno de Alberto Fernández.
"El progreso ha sido muy sustancial", afirmó Gourinchas sobre la estabilización de los precios. "Ahora estamos viendo una inflación mensual en la Argentina cercana al 3,5%, lo que representa una reducción respecto del 25% registrado en diciembre del año pasado. Por lo tanto, se trata de una disminución muy, muy significativa de la tasa de inflación", agregó.
En la misma línea, señaló que hay indicios de una recuperación de los salarios reales, del crédito privado y de la actividad. "Ahora bien, por supuesto, esto ha sido difícil para la economía argentina, la caída del crecimiento de esa naturaleza, y eso es algo que, repito, estamos en conversaciones con las autoridades sobre la mejor manera de avanzar", completó el economista.
Las cifras del último informe son las mismas que el FMI proyectó en junio de 2024 cuando se aprobó la octava revisión del programa vigente. Aun así, la opinión de Gourinchas confirma una visión más optimista por parte del organismo. Según el informe del fondo presentado en junio en el directorio ejecutivo del organismo: "La actual recesión económica podría prolongarse más y el proceso de desinflación podría resultar más persistente, provocando penurias prolongadas e intensificación de las tensiones sociales, incluso con el refuerzo del gasto social".
Bajo la misma perspectiva, la vocera del Fondo, Julie Kozack, quien negoció el primer acuerdo con el gobierno de Alberto Fernández, aseguró que "hay signos de una incipiente recuperación de la actividad y de los salarios reales", pero no deja de lado la situación social la cual es "muy delicada" por el aumento de la pobreza. Antes de esa evaluación, en junio, el staff alertó sobre el riesgo de una "recesión prolongada".