Ciudad de Buenos Aires,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Como parte de sus políticas aperturistas, el gobierno de Javier Milei está negociando nuevos acuerdos por fuera del Mercosur, como también una baja de aranceles del bloque y la eliminación de todos los trámites por reglamentos técnicos. No obstante, los empresarios solicitan que, antes de abrir la economía al exterior, se igualen las condiciones de competencia dentro del país.
Para lograr la anhelada apertura comercial, el Gobierno envió a la canciller Diana Mondino a negociar con los países del Mercosur para solicitarles la posibilidad de conversar por fuera del bloque. Esta estrategia tiene lugar en medio de los avances para cerrar el acuerdo entre el bloque sudamericano y la Unión Europea. Por otra parte, la secretaría de Comercio busca acelerar las desregulaciones eliminando los controles y todos los trámites por reglamentos técnicos.
La iniciativa aperturista argentina va a la par de las intenciones de Uruguay de abrirse a negocios por fuera del Mercosur. Mondino pidió durante la más reciente cumbre del Mercosur que los miembros puedan avanzar de manera unilateral en acuerdos con otros países y bloques. Esta propuesta causa polémica debido a que rompe con la lógica de la unión aduanera del bloque.
Entre los objetivos que el Gobierno argentino tiene en la mira se encuentran Emiratos Árabes Unidos, República Dominicana, Indonesia y Panamá, entre otros. Al mismo tiempo, planea reducir el arancel externo común el cual es considerado por Milei como "el más alto del mundo".
Por su parte, desde el sector industrial teme que estos cambios en la política comercial profundicen el efecto de la recesión. De acuerdo con datos del INDEC, en lo que va de 2024, la actividad manufacturera acumula un retroceso del 16,1%.
Milei aseguró durante la celebración del día de la Industria en la sede de la Unión Industrial Argentina (UIA) que para proteger a la industria "se le robó al campo". En este sentido, afirmó que los planes del Gobierno se tratan de una apertura gradual. "Vamos a abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales", aseguró el Presidente.
Sin embargo, la Cancillería y la Secretaría de Comercio parecen tener un ritmo más acelerado. En su cuenta de X, el jefe de asesores de la secretaría de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, dijo que "en 2023 se hicieron 140.000 trámites por reglamentos técnicos y en 2025 van a ser 0". Además, agregó: "Los pocos productos que queden alcanzados tendrán habilitada la comercialización e importación sin control aduanero".
Desde el equipo económico del Gobierno de Javier Milei consideran que, en lugar de perjudicar, la apertura ayudará a la industria a acceder más fácilmente a los insumos necesarios. Aunque el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, asegura no temerle a la apertura, pero solicita que primero se "equilibre el terreno". De todas formas, la baja de los impuestos aun no se implementa ni se tiene previsto cuando se aplicará.