Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Casa Rosada
El Gobierno argentino expresó su repudio ante la denuncia de golpe de Estado realizada por la administración del presidente boliviano, Luis Arce. En un comunicado oficial, la Casa Rosada se alineó con el exmandatario Evo Morales, quien describió el alzamiento militar encabezado por el destituido jefe militar Juan José Zuñiga como un "autogolpe".
"La Oficina del Presidente repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio, y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha", afirmó el área de comunicación del presidente argentino, Javier Milei. Este posicionamiento se basó en informes de inteligencia que, según el comunicado, permitieron al Gobierno nacional mantener la calma y la serenidad frente a los hechos denunciados.
Por su parte, el comunicado oficial pone énfasis que el relato del presunto golpe era poco creíble y que los argumentos no se alineaban con la realidad socio-política de Bolivia. "El partido político gobernante controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas", añadió el Ejecutivo argentino, destacando la percepción de un control total por parte del Gobierno boliviano.
Además, el Gobierno argentino enfatizó que la democracia boliviana está en peligro, no por un golpe militar, sino debido a la tendencia de los gobiernos socialistas a evolucionar hacia dictaduras, citando ejemplos como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte. "En este momento, Bolivia tiene más de 200 presos políticos, incluida la ex Presidenta interina Jeanine Áñez Chávez y el Gobernador de Santa Cruz Luis Fernando Camacho Vaca", alertó el comunicado.
En este contexto, el 26 de junio de 2024, el jefe militar Juan José Zuñiga llegó con tanques y hombres armados a la sede del Ejecutivo boliviano en La Paz, proclamando la intención de "cambiar el gabinete de Gobierno" y "restablecer" la democracia. Sin embargo, tras algunas horas de tensión, se replegó y fue capturado, siendo luego puesto en prisión preventiva por seis meses bajo la acusación de intento de golpe de Estado.
Por su parte, el Gobierno de Arce asegura haber sofocado con éxito y en menos de cuatro horas el intento de golpe militar. No obstante, seguidores de Evo Morales y sectores opositores calificaron el incidente como un "autogolpe", "show político", "aventura", "parodia" y "montaje" para victimizar al presidente Arce en un contexto de crisis económica y protestas sociales.
Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), manifestó sus dudas sobre la autenticidad del golpe, afirmando que inicialmente creía en la existencia de un golpe de Estado, pero luego consideró que podría tratarse de un autogolpe. Morales acusó a Arce de mentir y manipular la situación para victimizarse.
Luis Arce negó cualquier relación cercana con Juan José Zuñiga y sugirió que alguien influyó en el exjefe militar para hacerlo creer que podría convertirse en presidente. También afirmó que las diferencias con Evo Morales son claras y que el expresidente busca controlar el MAS para sus propios intereses políticos.