Foto: Casa Rosada
Argentina introduce importantes reformas para facilitar la creación de Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), buscando dinamizar el ecosistema emprendedor y atraer inversiones. Desde el 15 de abril, emprendedores podrán constituir una SAS en un plazo máximo de 72 horas, incluyendo la obtención del CUIT y habilitación para libros digitales. Esta iniciativa, promovida por el inspector general de Justicia, Daniel Vítolo, permitirá la formación de SAS unipersonales o de dos o más socios mediante dos métodos: la intervención de un escribano público o la utilización del sistema Trámites a Distancia (TAD) con firma digital.
La ley 27349, que dio vida a las SAS en 2017 y recibió amplio apoyo legislativo, vio obstaculizada su implementación por políticas del gobierno anterior, resultando en una drástica reducción de nuevas empresas SAS constituidas. Con apenas 34 inscripciones en la Capital Federal en los cuatro años siguientes al cambio de administración, el panorama era desalentador para el sector emprendedor.
Para las autoridades actuales, identificar abordar los desafíos tecnológicos heredados fue crucial. Esto permitió ver servidores desactivados y plataformas inoperativas, que frenaron la constitución de nuevas SAS. Con la reactivación de estos sistemas y la introducción de una tercera vía para la creación de SAS, que incluye la verificación de firmas por un inspector en las oficinas de IGJ, el gobierno busca reimpulsar la creación de empresas y, con ello, la generación de empleo y el desarrollo económico.
Estas medidas no solo pretenden revivir el espíritu emprendedor, sino también ofrecer a inversores locales y extranjeros herramientas eficaces para participar activamente en la economía argentina. La posibilidad de constituir empresas de manera ágil y sencilla es un paso fundamental hacia la recuperación y fortalecimiento de la actividad económica, especialmente en un contexto que exige adaptación y rapidez.
Con esta nueva política, Argentina se posiciona como un destino atractivo para el emprendimiento y la inversión, apoyando la creación de nuevas empresas y promoviendo el desarrollo socioeconómico a través de la innovación y la generación de empleo. Este cambio representa un avance significativo hacia la eliminación de barreras burocráticas y la facilitación del espíritu empresarial.
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