Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Existe una coalición ideológica política muy presente en la actualidad pero también muy clásica. Por un lado, en el último siglo se desarrolló una política más proteccionista interesada en garantizar la seguridad social, la cual ha tenido protagonismo en muchas naciones. Por otro lado, existe una política económica basada en el libre mercado, pensada en torno a los intereses de los individuos como garantes del desarrollo económico dentro de una sociedad.
Así, esta dicotomía, llámese desde su aspecto más famoso como izquierda y derecha o progresismo versus conservadurismo, cala en el diseño estructural de cada nación. Sobre este tema, una de las perspectivas más relevantes la ofrece el Instituto Mises, este afirma, las realidades económicas están relacionadas con el potencial de la naturaleza humana, por lo que no permiten que una sociedad funcione, basándose en la caridad.
No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero de lo que esperamos nuestra cena, sino de su consideración por su propio interés. Nos dirigimos no a su humanidad, sino a su amor propio, y nunca les hablamos de nuestras propias necesidades, sino de sus ventajas", afirma el economista y padre del liberalismo, Adam Smith.
El Instituto toma las palabras de Smith para reforzar la idea de que los intereses individuales, materializados en dinero, son los que hacen a una economía latir su pulso. Por otro lado, no abandona el concepto de "naturaleza humana". Para enfrentar la escasez, el ser humano piensa en su propia supervivencia, independientemente de la empatía que pueda tener al grupo social.
Por otra parte, los sectores más afianzados al mercado ven con escepticismo a la asistencia pública, tales como la atención sanitaria pública, el cuidado de los niños, los almuerzos para los escolares o el agua potable. Al pesar del gesto altruista, se cuestiona el grado de voluntad que se le pueda adherir al mismo. Según un artículo de opinión del escritor con maestría en políticas públicas, Aaron Sobczak, "la caridad impuesta por el Estado es una forma de esclavitud, no una caridad real".
En conclusión, el Instituto afirma que la seguridad social, a pesar de sus buenas intenciones no puede existir fuera del paradigma del mercado, como alguna vez sucedió en países como la Unión Soviética, China o Vietnam. El mercado se presentaría como la mejor opción para minimizar los costos de estos servicios y, además, ofrecerle al cliente un mejor servicio. De esta forma es como el ala monetarista explica la problemática por la que atraviesan las políticas de orden excesivamente públicas.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS