Foto: Senado de la Nación
A través de sutiles comentarios, tanto el presidente Javier Milei como la vicepresidente, Victoria Villarruel, han dado a entender que su relación no se encuentra en su mejor momento. Mientras que Milei se rodea con figuras de su gabinete, Villarruel permanece inmóvil en su lugar como presidenta de la Cámara de Senadores, prefiriendo abocarse a la labor legislativo. Si bien el quiebre nunca fue oficial, el reciente caso del senador Edgardo Kueider puede ser una chispa en una habitación llena de pólvora.
El senador Kueider, quien logró ingresar a la Cámara alta por medio del kirchnerismo, pero luego se inclinó hacia el oficialismo votando a favor de la Ley Bases, fue detenido en la frontera entre Argentina y Paraguay con más de 200 mil dólares sin declarar. Ante el presunto delito, el Senado convocó a una sesión el día 12 de diciembre con Villarruel a la cabeza. Por mayoría, los senadores votaron a favor de la destitución de Kueider.
Sin embargo, la legitimidad de la sesión se puso en tela de juicio tanto desde la defensa de Kueider como desde el oficialismo. Como el presidente Milei partió rumbo a Italia ese día, Villarruel debió tomar el mando del Poder Ejecutivo de modo provisional. En efecto, la sesión que presidió no tendría validez. Esto inspiró a los abogados de Kueider, quien actualmente se encuentra detenido en Paraguay, para presentar un recurso de amparo por irregularidades en la sesión. Asimismo, denunciaron que al senador entrerriano no se le permitió exponer sus argumentos en la comisión de Asuntos Constitucionales.
Choque de argumentos
Desde el entorno de Villarruel indicaron que la vicepresidenta no fue notificada del viaje de Milei a Italia, a pesar de que el vocero presidencial Manuel Adorni lo anunció esa mañana. Además, indicaron que el escribano general de Gobierno se presentó en el Senado con las actas del traspaso de mando a las 19 horas, casi dos horas después de la formalización de la expulsión de Kueider.
Pese a esto, surgió información que podría contradecir lo dicho desde el despacho de Villarruel. Según un chat de WhatsApp de la secretaria personal de la vicepresidente, Guadalupe Jones, publicado por Infobae, Casa Militar notificó a la secretaria acerca del viaje de Milei el martes 10 de diciembre por la mañana.
La posibilidad de anular los resultados de la sesión se dejó entrever desde el oficialismo luego de las declaraciones del senador libertario, Carlos Pagotto, quien aseguró que se eludieron "cuestiones jurídicas elementales". "Tranquilamente podría darse la impugnación de la sesión de este jueves. Tendría que haberse hecho un acta de traspaso de mando y firmar la vicepresidenta. Ni bien se firma el acta, cumple otras funciones. Ahora tendrán que dilucidar quién tiene la responsabilidad", aseguró Pagotto en LN+.
El importancia de Kueider para los libertarios
Por otro lado, la detención y consecuente destitución de Kueider pone en una situación incomoda a los libertarios. Teniendo en cuenta que La Libertad Avanza tiene solo 6 bancas en el Senado, el senador kirchnerista representaba un aliado clave para el bloque. Además, el Frente de Todos ya confirmó la sustitución de Kueider por Stefania Cora, una figura ligada a la agrupación ultrakirchnerista La Cámpora.
Si bien los seis senadores votaron a favor de la expulsión de Kueider, no lo hicieron sino hasta que fue evidente que el pleno se inclinaba por esa opción. De hecho, el propio presidente de la bancada, Ezequiel Atauche, aseguró que ellos preferían aprobar una suspensión en lugar de una destitución.
En el caso de confirmarse que Villarruel debía estar al frente del Ejecutivo al momento de celebrarse la sesión, puede impugnarse el procedimiento. De ser así, no solo Kueider podría volver a su lugar en el recinto, sino que además la legitimidad de Villarruel podría quedar herida.
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