Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La figura de Javier Milei capturó la atención internacional no solo por su ascenso meteórico desde comentarista televisivo a Presidente, sino también por su estilo singular de gobernar, marcado por la burla y la confrontación abierta con economistas y opositores. Este enfoque comunicacional tiene importantes similitudes con su homologo mexicano Andrés Manuel López Obrador. Aunque sean de ideologías políticas opuestas, los mandatarios ostentan un cambio de época en cómo confrontaron a otros poderes y marcaron un nuevo paradigma en conducción política.
Desde sus inicios en televisión, donde criticó vehementemente las teorías de Keynes, Milei se convirtió en un fenómeno viral, lo que eventualmente lo catapultó a la presidencia. Su estilo directo y a menudo controvertido fue evidente recientemente en la cena de la Fundación Libertad, donde ridiculizó abiertamente frases y conceptos económicos mediante gestos y tonos de voz exagerados, targeteando a figuras como Carlos Melconian y otros economistas reconocidos. La llegada de López Obrador a la presidencia fue distinta y se diferenció, por el tiempo que el tabasqueño ocupó en llegar a la presidencia y las circunstancias propias del país. López Obrador fue candidato en 2006 y 2012 a la presidencia de México y ganó en 2018.
Durante su discurso en la Fundación Libertad, Milei repitió en tono de burla varias veces frases como "No hay plan de estabilización" y "No podés dolarizar", o los "fideos con tuco" con los que aludió a Melconian por el reclamo de éste sobre las promesas incumplidas de dolarización del país. La polémica no se detuvo allí; sus gestos y palabras también sugerían un desafío abierto a sus críticos, reafirmando su disposición a cambiar las reglas del juego político y económico del país.
Así, Milei suma importantes parecidos con López Obrador de México, ambos caracterizados por una retórica desafiante hacia los medios de comunicación que lo critican y la élite política. Sin embargo, mientras que AMLO critica desde una postura socialista, Milei lo hace desde el liberalismo, mostrando que el estilo confrontativo no es exclusivo de una ideología política.
El rasgo más inquietante de Milei y López Obrador no es su estilo provocativo, sino su propensión a cometer errores significativos en la gestión, derivado de la fuerza innovadora de su comunicación. Esto plantea preguntas sobre la viabilidad de algunas de sus políticas y la dirección futura de su gobierno a la hora de evaluar la capacidad de reconocimiento de errores.
Mientras Javier Milei sigue en el poder, su enfoque de gobernanza seguirá siendo un tema de discusión y análisis, similar a la posición de López Obrador en México. Su capacidad para manejar las críticas y adaptarse a las demandas de liderazgo podría determinar no solo su futuro político, sino también el del país, en un entorno global cada vez más interconectado y crítico.
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