Ciudad de Buenos Aires,
Axel Olivares
Crédito foto: X @JMilei
El presidente Javier Milei estuvo presente en un acto protocolar por el egreso de los cadetes de la Policía Federal Argentina (PFA) en el barrio porteño de Villa Lugano. En su discurso, Milei apuntó contra las ideas de izquierda asegurando que su injerencia convirtió al país en un "baño de sangre".
Luego de una serie de liturgias, el presidente ofreció un discurso en el cual agradeció a los agentes de seguridad por "arriesgar su vida" y aseguró lamentar los "años de escarnio" de las gestiones anteriores. Después, destacó al subcomisario Guillermo Armentano quien fue atacado durante el acto de asunción de Javier Milei el 10 de diciembre.
Al referirse a las políticas de seguridad, arremetió contra el kirchnerismo asegurando que durante mucho tiempo "elaboraban doctrinas para defender criminales, a través de dislates argumentativos que no hacían más que esconder la verdad. (...) Entendieron a los delincuentes como víctima de su propia historia, de sus circunstancias y, al hacerlo, desprotegieron a la sociedad y les dieron la espalda a nuestras fuerzas policiales". Además, indicó que los gobiernos kirchneristas "llegaron al absurdo de liberar presos o castigar a policías honorables por el imperdonable delito de hacer bien su trabajo".
En este sentido, afirmó que, durante dos décadas, se le prometió a la sociedad garantismo y que solo se le dio abolicionismo. "Aquellos que decían defender al Estado le prohibieron que ejerciera su principal responsabilidad, que es reprimir el delito.", sostuvo.
Asimismo, culpó a la izquierda de penetrar en las instituciones como en las universidades, la dirigencia policial o los medios de comunicación, las cuales "lentamente fueron abandonando esta función indelegable del Estado hasta que convirtieron a nuestro país en un baño de sangre. Pero la sociedad dijo basta".
Según indicó Milei, su política de seguridad se centra en tres pilares: "el que las hace las paga", en segundo lugar, "el orden público es sagrado", y por último, "los buenos son los de azul, los malos son los que delinquen, los que roban, los que matan".
Dentro del cambio de "180 grados" que presume haber aplicado, Milei expresó que hubo "resultados sorprendentes" tales como la reducción de los piquetes o la caída en los índices de homicidio en Rosario. En esta misma línea, elogió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a la policía que espera que sean "la chispa que inspire a muchos".
"En la nueva Argentina no hay lugar para semejante degeneración porque nosotros entendemos que son las leyes lo que separan los hombres de las bestias y que justamente por eso las leyes están para cumplirse", afirmó Milei. Para cerrar, señaló que "hace 11 meses decidimos decirle no al garantismo barbárico que sólo trae miseria para decirle sí al orden cívico que garantiza desarrollo y estamos dispuestos a morir en esta colina".
Milei estuvo acompañado por algunos miembros de su gabinete, entre ellos, Patricia Bullrich, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y la secretaria de Presidencia, Karina Milei. Pero también, por primera vez desde la presentación del Presupuesto 2025 en el Senado, el mandatario se mostró junto a la vicepresidente Victoria Villarruel luego de una serie de fricciones entre ambos.
La tensión tuvo lugar después de la reunión de la vicepresidente en España con la expresidenta María Estela de Perón. Villarruel no solo alabó la gestión de la exesposa de Juan Domingo Perón, sino que además ordenó instalar un busto de la exmandataria en el Senado, una iniciativa poco aplaudida por el presidente.
Villarruel ya se encontraba en el escenario cuando Milei llegó con su comitiva diez minutos después. Si bien ambos se saludaron, su relación, al menos durante el transcurso del acto, se mostró con total solemnidad.