Ciudad de Buenos Aires,
Axel Olivares
Crédito foto: Diputados
La Cámara de Diputados rechazó este miércoles 17 de septiembre los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento universitario y emergencia en pediatría, en una sesión marcada por divisiones internas, ausencias estratégicas y movilizaciones masivas frente al Congreso y varios puntos del país. El resultado representa un nuevo revés político para el Gobierno de Javier Milei, que volvió a evidenciar dificultades para sostener el apoyo parlamentario con el objetivo de proteger el equilibrio fiscal.
En ambos casos, la votación obtuvo una mayoría calificada: 181 votos afirmativos para la emergencia pediátrica y 174 para el financiamiento universitario, superando con holgura los dos tercios requeridos para insistir en la sanción de las normas. Estas ahora pasarán al Senado, donde se anticipa una confirmación del rechazo al veto presidencial como resultado de la distante relación que la Casa Rosada está teniendo con los gobernadores, impulsores de la votación en la Cámara Alta.
Las leyes en cuestión buscan asignar fondos extraordinarios a hospitales pediátricos (especialmente el Garrahan, cuyos residentes han sostenido un reclamo a los recortes presupuestarios), recomponer salarios en salud en función de la inflación y actualizar los gastos de funcionamiento de las universidades conforme al índice de precios. Milei vetó ambas normas alegando inconsistencias con el equilibrio fiscal, pero no logró consolidar una mayoría legislativa para sostener su decisión.
A pesar de la consolidación de una mayoría para tumbar el veto, el recinto no estuvo exento de tensión entre los legisladores del oficialismo y entre bloques aliados. Silvia Lospennato del PRO (un partido cercano a La Libertad Avanza) se desmarcó del voto partidario, lo que generó reproches de sus compañeros Christian Ritondo y Alejandro Finocchiaro (ambos "embajadores" del PRO en el bloque liberatrio). "Dice una cosa y hace otra", trascendió desde el bloque, en relación con el cambio de postura de la diputada respecto a la emergencia pediátrica.
Los libertarios, por su parte, enfrentaron el alejamiento de aliados clave. Diputados del MID y del bloque Coherencia, conformado por ex miembros de La Libertad Avanza, votaron en contra de los vetos. "Votar en contra del Garrahan es votar en contra del equilibrio moral", afirmó el diputado Carlos D’alessandro, quien había votado en sentido contrario meses atrás.
El oficialismo tampoco logró respaldo pleno de los gobernadores. Pese a que el Gobierno distribuyó 12.500 millones de pesos en Aportes del Tesoro Nacional a varias provincias, algunas de ellas, como Misiones y Chaco, no sostuvieron los vetos. Incluso legisladores que responden a gobernadores aliados, como Alfredo Cornejo (Mendoza) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), se ausentaron o votaron en contra del oficialismo.
Mientras se desarrollaba el debate, miles de personas se movilizaron frente al Congreso en la tercera Marcha Federal, convocada por agrupaciones estudiantiles, sindicales y políticas, en rechazo a los vetos presidenciales. "Las universidades no se venden, los hospitales no se desfinancian", escribió el gobernador bonaerense Axel Kicillof desde la movilización, acompañado por ministros y legisladores opositores.
También participaron de la protesta figuras como el senador radical Martín Lousteau, el ministro bonaerense Gabriel Katopodis y el senador kirchnerista Eduardo "Wado" de Pedro. El operativo de seguridad desplegó más de mil efectivos en el perímetro del Congreso.
Con este tope legislativo, el Gobierno de Milei encuentra nuevos obstáculos para preservar los recortes estipulados y así, mantener el equilibrio fiscal. Luego de dos semanas borrascosas en materia económica como resultado de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el Poder Ejecutivo aspira más que nunca a hermetizar las arcas del Estado, lo cual no está garantizado si las iniciativas que hoy neutralizaron los vetos logran obtener el visto bueno en Senadores. Paralelamente, las sorpresivas posturas de varios diputados considerados cercanos obliga al oficialismo a reconsiderar su red de confianza dentro del recinto legislativo.