Ciudad de Buenos Aires,
Martín Olivera
Crédito foto: X @Cancilleria_Ar
El canciller de la República Argentina,Gerardo Werthein, presentó su renuncia al presidente Javier Milei. La dimisión se concretó durante la noche del martes 21 de octubre, en medio de diferencias internas en el Gobierno nacional, críticas crecientes en redes sociales y una fallida gestión diplomática con el presidente estadounidense Donald Trump.
La salida del funcionario estaba contemplada para después de las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre, pero la decisión se adelantó ante la posibilidad de que Santiago Caputo, asesor presidencial de confianza de Milei, se incorpore formalmente al gabinete. Werthein había manifestado objeciones a esa eventual designación, tras una escalada de tensiones vinculadas a operaciones políticas y ataques digitales atribuidos a ese entorno.
Uno de los episodios que marcó un punto de quiebre fue la reunión entre Javier Milei y Donald Trump, realizada semanas atrás en Washington. En ese encuentro, el líder republicano expresó que el respaldo financiero a la Argentina dependería de un triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas. La declaración generó impacto político inmediato, y el canciller fue señalado como responsable del traspié.
Tras el encuentro, usuarios vinculados al espacio libertario difundieron mensajes críticos contra Werthein. Entre ellos, el tuitero Daniel Parisini, conocido como "el Gordo Dan", lo culpó públicamente por el "error" diplomático. La acusación giró en torno a una supuesta falta de coordinación, que habría llevado al presidente estadounidense a condicionar públicamente su apoyo.
Desde la Cancillería le reconocieron al diario La Nación, que Werthein se encontraba "cansado de que lo operen" desde redes sociales y medios de comunicación. También trascendió que su relación con el Partido Republicano de Estados Unidos era considerada poco sólida dentro del entorno de gobierno. En contraste, se lo vinculó con referentes del Partido Demócrata, como Bill y Hillary Clinton, lo cual habría generado objeciones en el círculo cercano a Trump.
El desgaste institucional se profundizó con la consolidación del grupo de asesores más influyentes del Gobierno, identificado como el "triángulo de hierro", en el cual Santiago Caputo ocupa un rol central. La posible incorporación de Caputo al gabinete fue interpretada como un cambio en la estructura de poder que limitaba el margen de acción del canciller.
Milei también evalúa realizar más cambios en el gabinete tras los comicios legislativos. Entre los posibles relevos, se menciona al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y se considera como eventual sucesor en la Cancillería a Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto.
Werthein asumió el cargo de ministro de Relaciones Exteriores a comienzos de la actual gestión, en diciembre de 2023. Durante su breve paso por la diplomacia argentina, buscó reposicionar al país en diversos foros internacionales, aunque enfrentó desafíos internos y externos que debilitaron su posición dentro del Gobierno.
La renuncia se produjo a muy pocos días antes de las elecciones legislativas, en un momento clave para el oficialismo. La salida del canciller refleja un reordenamiento en la estructura del poder político, enmarcado en disputas por la conducción de la política exterior y la influencia de los principales asesores del presidente.