Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
En una entrevista concedida al periódico The Wall Street Journal, el presidente argentino Javier Milei expresó su satisfacción por los rápidos avances de su gobierno en la implementación de políticas económicas desde su asunción el 10 de diciembre. Según Milei, el progreso alcanzado superó las expectativas del propio Gobierno, subrayando así la efectividad de las medidas adoptadas.
La nota, escrita por los periodistas Ryan Dubé y Emma Tucker, profundiza en los planes de Milei para la economía argentina. Entre los puntos clave, el presidente reafirmó su intención de dolarizar la economía, una medida significativa que podría alterar profundamente el panorama económico del país. Además, Milei se refirió a la privatización de empresas públicas, una estrategia que busca mejorar la eficiencia y reducir la participación del Estado en el mercado.
Otro aspecto relevante de la entrevista es la relación de Argentina con actores internacionales clave. Milei comentó sobre las interacciones con China, un inversor importante en el país, y con el Reino Unido, especialmente en lo que respecta al delicado tema de las Islas Malvinas.
Al ser consultado sobre la percepción pública de su gestión, Milei indicó que los argentinos comprenden que el proceso de transformación económica puede durar aproximadamente dos años. Reconoció que mantener la estabilidad durante este periodo es un desafío, pero se mostró optimista ante los datos económicos preliminares, especialmente con relación a la inflación.
En cuanto a las privatizaciones, el presidente aseguró que se llevarán a cabo lo más rápido posible, aunque admitió que existen limitaciones institucionales. Aunque no especificó qué empresas serían privatizadas, enfatizó la intención de vender activos estatales tan pronto como las circunstancias lo permitan.
Respecto a la dolarización, Milei destacó la compra en el reciente mes de 5 mil millones de dólares, lo que acerca a Argentina a la posibilidad de una transición al dólar. Esta medida, según Milei, es factible y económicamente viable.
Finalmente, al ser interrogado sobre un posible "plan B" si las reformas no cumplen las expectativas, Milei fue enfático al rechazar esa posibilidad, insistiendo en que la única opción es implementar correctamente las políticas planeadas. Esta declaración puso sobre la mesa la firmeza y la confianza del Presidente en su estrategia económica, a pesar de los riesgos y desafíos inherentes.
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