Foto: Martín Olivera (Composición/NotiPress)
A un año de su entrada en circulación, el billete de veinte mil pesos dejó de ser símbolo de alta denominación para convertirse en testigo del desgaste inflacionario. Cuando apareció en noviembre de 2024, alcanzaba para comprar casi tres kilos de asado. Hoy, apenas rinde para 1,7 kilos, una diferencia que en pesos constantes demuestra mejor que cualquier índice cómo se diluye el valor del dinero en el país.
De este modo, el kilo de asado costaba 7.524 pesos al momento del lanzamiento del billete. Con esa cantidad, una persona podía adquirir aproximadamente 2,7 kilos en ese momento. Doce meses más tarde, con un precio de 11.776 pesos por kilo, el mismo billete solo cubre 1,7 kilos. La caída del poder de compra en este caso fue del 36% en total.
Respecto a otros cortes, el kilo de cuadril pasó de 9.131 a 14.687 pesos en el período analizado. Se podían comprar 2,2 kilos a finales de 2024 y apenas 1,4 kilos en la actualidad.
Otras categorías de productos mostraron una pérdida similar en términos de poder adquisitivo. Sirve de ejemplo el aceite de girasol de 1,5 litros, que en noviembre del año pasado tenía un valor de 3.296 pesos. En ese momento, veinte mil pesos eran suficientes para comprar 6,1 botellas de ese producto. Hoy, en cambio, el valor promedio es de 5.012 pesos, de donde se desprende que se pueden adquirir cuatro botellas. La diferencia en ese caso fue de -38 %, según la variación interanual de precios.
Por su parte, el kilo de pan francés tipo flauta tenía un valor de 3.041 pesos en noviembre del año pasado, por lo que se podían comprar 6,6 kilos con el billete. Hoy el precio de ese mismo producto es de 3.909 pesos y el poder de compra llega a 5,1 kilos, es decir, 23% menos.
Fuera del supermercado también hay ejemplos, como el precio de la nafta súper, que en noviembre de 2024 costaba 1.077 pesos en la Ciudad de Buenos Aires. Por lo tanto, veinte mil pesos permitían cargar 18,57 litros en una sola operación. En la actualidad, el litro de nafta ronda los 1.497 pesos según el promedio relevado. Así, con el mismo billete de veinte mil pesos se pueden cargar 13,36 litros actualmente. En términos porcentuales, la caída fue del 28%.
En cuanto al gasoil, no muestra un comportamiento distinto frente al resto de los combustibles. En noviembre del año pasado costaba 1.092 pesos por litro en estaciones de servicio. Con veinte mil pesos se podían comprar exactamente 18,31 litros de gasoil en su versión económica. Hoy, con un valor promedio de 1.509 pesos, se accede únicamente a 13,25 litros disponibles.
También el transporte público evidencia una pérdida. El boleto mínimo del AMBA costaba 371,13 pesos en 2024. Con veinte mil pesos se pagaban 53,8 viajes. En la actualidad, con una tarifa de 494,83 pesos, se accede a 40,4. La reducción es del 24,9%.
Estos datos muestran que, al cumplir su primer año, el billete de veinte mil pesos perdió aproximadamente un 30% de su poder de compra frente a alimentos, combustibles y transporte.
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