Propone BBVA eliminar el uso de efectivo en programas sociales para frenar crimen, informalidad y exclusión financiera con pagos digitales obligatorios
BBVA México propuso eliminar el uso de efectivo en los programas sociales para combatir la informalidad, el crimen y la baja inclusión financiera en el país. La propuesta fue presentada por el director general del banco, Eduardo Osuna, durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales (RNCR) 2025, al advertir que el sistema económico sigue anclado al uso de billetes y monedas, a pesar del crecimiento digital.
Según datos presentados por Osuna, el 85 por ciento de las transacciones en México se realizan en efectivo, mientras que solo el 15 por ciento ocurre mediante medios digitales. Este patrón de uso, señaló, afecta la seguridad, favorece la corrupción y limita la capacidad del sistema financiero para extender crédito. "La inseguridad, gran parte del crimen organizado opera en efectivo, la corrupción opera en efectivo", dijo durante su intervención.
En este contexto, reveló que apenas el 16 por ciento de la población mexicana posee una tarjeta de crédito, a pesar de que el 59 por ciento ya cuenta con una tarjeta de débito, muchas veces vinculada a programas sociales. Esta brecha obedece, según el banco, a la falta de trazabilidad en los pagos, así como a la baja adopción de medios digitales en comercios.
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Una de las propuestas más contundentes planteadas por Osuna consiste en que los programas sociales no permitan el retiro de efectivo en cajeros automáticos. En cambio, los beneficiarios deberían usar sus tarjetas de débito directamente en comercios, lo cual obligaría a los pequeños negocios a aceptar pagos digitales y a formalizarse. "Tú tienes tu tarjeta de débito de un programa social y llegas y pagas con el débito en el comercio", explicó el directivo.
Adicionalmente, BBVA sugirió que los tres niveles de gobierno cobren y paguen exclusivamente en formato digital. Como ejemplo del rezago actual, mencionó que todavía es necesario acudir a una ventanilla bancaria para pagar un pasaporte, proceso que calificó de obsoleto. El banco también planteó la digitalización obligatoria de servicios básicos como energía eléctrica y recargas móviles, y el uso de pagos electrónicos para combatir el robo de combustible.
Para justificar la viabilidad técnica de estas medidas, Osuna aseguró que la infraestructura tecnológica y bancaria en México ya está lista. Destacó la existencia de productos sin costo como CoDi, Dimo y cuentas digitales de apertura simplificada, junto con terminales de punto de venta accesibles para pequeños comercios. Osuna afirmó que, aunque existen soluciones tecnológicas disponibles, aún falta voluntad política y mayor conciencia en la iniciativa privada y la sociedad para combatir el uso del efectivo y la informalidad.
En paralelo, BBVA promueve una estrategia de bancarización vinculada a la formalización laboral. Según datos expuestos por el banco, se ha identificado que el 55 por ciento del empleo en México es informal y que la mayoría proviene de pymes. Estas empresas, afirmó el director general de BBVA México, evitan bancarizarse para no generar trazabilidad fiscal o laboral, lo cual perpetúa el ciclo de improductividad y exclusión financiera.
Actualmente, BBVA trabaja con el gobierno en siete mesas de diálogo que buscan reformar el marco fiscal, simplificar la regulación y digitalizar las operaciones de pequeñas y medianas empresas. Estas iniciativas incluyen esquemas de garantía con la banca de desarrollo, incentivos a la digitalización y un programa nacional de educación financiera.