Qué es la neurorehabilitación, el proceso que iniciará Miguel Uribe Turbay

La rehabilitación cerebral avanza en Miguel Uribe tras 38 días en cuidados intensivos

Solo uno de cada diez sobrevive a un disparo en el cráneo y accede a rehabilitación. Miguel Uribe ingresó a este proceso tras superar la fase crítica

Miguel Uribe Turbay, el senador y precandidato presidencial, fue ingresado al protocolo de neurorehabilitación tras permanecer más de cinco semanas en una unidad de cuidados intensivos. La Fundación Santa Fe confirmó la decisión en su parte médico oficial, donde señaló cómo el paciente presenta una respuesta clínica favorable y estable.

Así, este tipo de tratamiento está dirigido a personas con lesiones neurológicas severas, entre ellas las provocadas por proyectiles en el cráneo. En diálogo con Caracol Radio, el neurólogo Remberto Ignacio Burgos, presidente honorario de la Federación Latinoamericana de Neurocirugía, explicó las condiciones de este tipo de casos. Indicó que las probabilidades de que un paciente con trauma craneoencefálico por arma de fuego acceda a una etapa de rehabilitación son extremadamente reducidas.

Durante su intervención, el especialista detalló que "de cada 100 pacientes con traumas severos por bala, 50 fallecen en las primeras dos horas. Otros 40 mueren durante la hospitalización. De los diez restantes, solo uno podría reincorporarse con secuelas importantes a una vida casi normal. Es una posibilidad pequeña, pero existe".

Las estadísticas ofrecidas por el especialista fueron presentadas para ilustrar la complejidad clínica de este tipo de casos. Además, señaló que la neurorehabilitación no garantiza una recuperación completa, pero forma parte de un abordaje progresivo y especializado cuyo objetivo es mejorar la función neurológica dentro de lo posible.

Uribe permanece con sedación profunda y continúa con asistencia ventilatoria mecánica en el hospital. La Fundación Santa Fe confirmó que el protocolo en curso responde a un plan integral el cual busca anticipar posibles complicaciones y preparar el camino para una recuperación funcional, en caso de que el estado clínico lo permita.

De este modo, el protocolo fue iniciado luego de una evolución favorable a los procedimientos médicos y quirúrgicos realizados desde el 7 de junio. Imágenes como resonancias magnéticas, tomografías y estudios Doppler respaldaron la decisión médica. El parte oficial indicó que estos exámenes fueron clave para evaluar el estado del tejido cerebral sin generar riesgo, pese a la presencia de un proyectil en el cráneo.

Burgos precisó que, si la bala se encuentra encapsulada y bien localizada, los estudios por imagen no representan un peligro significativo. "La bala no se mueve fácilmente con una resonancia, y estos estudios son esenciales para evaluar la evolución del tejido cerebral y planear la rehabilitación", declaró.

Respecto al estado de conciencia del paciente, el neurólogo indicó que la suspensión de medicamentos no implica un despertar inmediato. "Es una fantasía común pensar que al suspender los medicamentos, el paciente abre los ojos y vuelve. Si al retirar el soporte farmacológico el paciente sigue en coma, ya no es inducido, sino un coma neurológico", afirmó.

Finalmente, el seguimiento clínico se extenderá durante los próximos meses. Según indicó el especialista en diálogo con Semana, entre julio y octubre se valorará la evolución del paciente dentro de este proceso prolongado. La Fundación Santa Fe de Bogotá no ha detallado aún qué áreas específicas del tratamiento están siendo aplicadas, pero señaló que se trata de una estrategia integral conforme a su evolución médica.