Cae el peso argentino y se intensifican dudas sobre liquidez y riesgo legal

Mercados responden a retiro de bonos y fallo pendiente por YPF en medio de señales mixtas

El peso argentino extiende su caída tras cambios del Banco Central y litigio de YPF, pese a mejoras en inflación y balanza comercial

El peso argentino profundizó su depreciación al cierre del viernes, marcado por un contexto de creciente incertidumbre financiera y legal. La moneda nacional enfrenta presión sostenida luego de que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) optó por dejar de renovar bonos de corto plazo, medida que derivó en un aumento del 30% en la base monetaria, antes de moderarse ligeramente.

La respuesta inmediata del sistema financiero incluyó un vuelco hacia instrumentos del Tesoro, lo que redujo sus rendimientos y encendió alertas sobre la liquidez del mercado. Esta dinámica refleja una tensión persistente en el esquema financiero, en un entorno de litigios internacionales que afectan la confianza de los inversores.

Dicho proceso legal en curso por el control de YPF representa uno de los principales focos de riesgo. Esta semana, el Departamento de Justicia de Estados Unidos apoyó la apelación argentina contra la orden judicial que exige transferir el 51% de las acciones de la petrolera a los acreedores. Aunque este respaldo fortalece la postura legal, no elimina el riesgo de embargo de activos ni revierte la sentencia.

En medio del escenario adverso, algunos indicadores macroeconómicos dieron señales alentadoras. La inflación interanual se desaceleró al 39,4% en junio, un nivel inferior a lo previsto por los analistas. A su vez, la balanza comercial mostró un superávit de 906 millones de dólares, generando alivio momentáneo en las cuentas externas.

La agencia Moody’s mejoró la calificación crediticia de Argentina a Caa1, citando avances en políticas económicas y el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI). A pesar de este reconocimiento, la situación monetaria se mantiene frágil y expuesta a la evolución del escenario interno y externo.

Durante la próxima semana, los datos de ventas minoristas, el indicador adelantado y la confianza del consumidor en julio serán determinantes. Estos informes ayudarán a evaluar la evolución de la demanda interna y del clima económico general frente a los desafíos estructurales actuales.