Petro marcó sus diferencias con el Congreso en el último año de su Gobierno

Choque entre Gustavo Petro y Efraín Cepeda expuso fractura institucional en el Congreso colombiano

Petro marcó diferencias con el Congreso en su último año de Gobierno al responder críticas del presidente del Senado, Efraín Cepeda, y defender su gestión

Gustavo Petro utilizó su último discurso de instalación del Congreso para confrontar directamente al Senado y defender su proyecto de justicia restaurativa, una propuesta que generó fuerte oposición en el Legislativo. La sesión tuvo lugar el 20 de julio de 2025, Día de la Independencia, en medio de crecientes tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso durante el cuarto año de Gobierno.

El mandatario se refirió desde el inicio a la función histórica del Congreso, pero rápidamente derivó hacia una defensa de su agenda política. "El pueblo decidió tomar el poder, hoy 20 de julio conmemoramos eso que el pueblo se cansó, no quería reyes ni aristocracia", señaló, enmarcando su discurso en un mensaje de ruptura con las estructuras tradicionales del poder político.

La propuesta de tratamiento penal diferenciado para miembros de bandas criminales, impulsada desde el Ministerio de Justicia y vinculada a la política de "Paz Total", generó el punto de mayor fricción. Petro defendió con vehemencia la iniciativa. "Qué temor de que en Colombia haya justicia restaurativa, yo mismo hablé con la sala penal de la Corte Suprema hace dos años", afirmó ante el pleno legislativo.

Efraín Cepeda, presidente saliente del Senado y enemigo de Petro, expresó su rechazo al proyecto durante su intervención previa. "Confundir paz con impunidad no solo es un error: es una amenaza directa al Estado de Derecho", advirtió Cepeda, alineado con sectores judiciales que ven en la propuesta un riesgo de legalizar beneficios para criminales sin garantías reales para las víctimas.

Según el borrador de la iniciativa, los máximos responsables de organizaciones armadas podrían recibir penas alternativas de entre cinco y ocho años, siempre que entreguen armas, bienes e información clave. Además, se contempla que estas condenas se cumplan en espacios no penitenciarios, como colonias agrícolas o centros de armonización.

El presidente respondió indirectamente a esas críticas: "Implica pensar más en la verdad que en el castigo. Pensar solo en el castigo es solo vendetta", señaló el mandatario, reiterando que la iniciativa busca desactivar las estructuras armadas mediante la verdad y la reparación. Su tono desafiante fue constante a lo largo de su intervención, especialmente al referirse al Congreso y a sus detractores.

Cepeda, por su parte, insistió en que la propuesta podría minar la confianza ciudadana en las instituciones. "La impunidad estimula al delincuente, desprotege al ciudadano de bien y debilita la confianza en la justicia", sostuvo. En su opinión, sin garantías de no repetición ni mecanismos eficaces de verificación, el proyecto constituye "impunidad disfrazada de acuerdo".

El cruce de declaraciones reflejó una relación institucional deteriorada, en la que el Ejecutivo acusa al Congreso de obstrucción, mientras el Legislativo cuestiona la viabilidad jurídica y moral de las propuestas del Gobierno. Gustavo Petro cerró su discurso con un mensaje ambivalente: "Ojalá las sesiones que inician sean las del Congreso honorable de Colombia".