Comercio global de petróleo atento a resultados de encuentro Trump-Putin en Alaska

Mercado petrolero pendiente de reunión Trump-Putin ante riesgo de restricciones

El peor escenario de la reunión Trump-Putin contempla sanciones capaces de reconfigurar el comercio global de crudo y llevar su precio a máximos

¿Qué es lo peor que podría pasar en la próxima reunión de este viernes 15 de agosto entre Donald Trump y Vladímir Putin? Según un análisis de Felipe Barragán, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, compartido a NotiPress, el escenario más adverso para el comercio internacional de crudo contempla una escalada de tensiones. Esa situación derivaría en sanciones adicionales contra Rusia y se extendería a compradores estratégicos como India y China.

Barragán indicó que un endurecimiento de las medidas contra Moscú generaría un incremento en los precios internacionales del petróleo. En el caso de China, aunque se mantiene como un destino importante para las exportaciones de crudo ruso, no existe certeza sobre un incremento relevante de sus adquisiciones debido a un contexto de negociaciones comerciales delicadas con Estados Unidos.

Durante agosto, el petróleo acumula un retroceso cercano al 9% después de tres meses con tendencia alcista. Factores geopolíticos y fundamentos del mercado global impulsaron directamente el ajuste registrado recientemente. La posibilidad de sanciones adicionales en medio de una escalada podría revertir la caída y provocar variaciones abruptas en las cotizaciones.

Barragán afirmó que una situación de este tipo afectaría rutas de exportación del crudo ruso y modificaría el equilibrio de la oferta global. Esto podría impactar en los costos energéticos para industrias y consumidores.

Así, el análisis presentado por el estratega describe además dos posibles escenarios alternativos. Un alto el fuego con Ucrania reduciría la prima de riesgo geopolítico y moderaría sanciones, aunque sin un aumento significativo de la producción rusa debido a cuotas impuestas por la OPEP+ y a la baja inversión en infraestructura. El otro escenario corresponde a un estatus quo, con diálogo abierto entre ambas partes sin acuerdos concretos, dejando que las dinámicas de oferta y demanda guíen la evolución del mercado.

En la actualidad, el crecimiento de la producción mundial supera lo estimado por analistas. Algunos países miembros de la OPEP+, junto con productores externos al bloque como Brasil, incrementaron su oferta. Esta expansión, sumada a inventarios que se encuentran cerca de niveles mínimos recientes pero con tendencia al alza, genera una presión adicional sobre los precios. De acuerdo con Barragán, ese comportamiento suele presentarse cuando la oferta comienza a exceder la demanda, una señal observada por los operadores como un indicio de posible sobreabastecimiento.

La reunión en Alaska mantiene en alerta a los mercados energéticos, debido a la relevancia de sus posibles resultados para el comercio mundial de crudo. Si el peor escenario se concreta, las consecuencias podrían sentirse tanto en el costo de la energía para grandes economías como en la estabilidad del suministro hacia países con alta dependencia de importaciones petroleras.

Finalmente, el desenlace de las conversaciones entre Washington y Moscú definirá el rumbo de las cotizaciones en las próximas semanas, especialmente si las medidas adoptadas modifican el flujo de exportaciones rusas hacia sus principales clientes. Un cambio repentino en ese sentido impactaría la planificación de compra de crudo a nivel global, con implicaciones directas sobre la disponibilidad y el precio en mercados estratégicos.