La reunión Trump–Putin en Alaska excluyó a Ucrania, lo que genera cuestionamientos sobre la validez de cualquier pacto que surja de la cita
La cumbre en Alaska entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario ruso, Vladimir Putin, se celebró este viernes con un gran despliegue diplomático y militar, pero con una ausencia notable: Ucrania. El presidente Volodimir Zelensky no fue invitado a participar, lo que ha encendido el debate sobre la legitimidad de cualquier acuerdo que surja de este encuentro bilateral.
Trump ha señalado que cualquier pacto final sobre la guerra requeriría una futura reunión tripartita con Ucrania, pero ha planteado la posibilidad de "dividir" las zonas en disputa, una propuesta que Kiev y varias capitales europeas rechazan de plano. Zelensky reiteró el mismo día de la cumbre que no aceptará ceder territorios ocupados y denunció que "Rusia sigue matando incluso en la jornada de las negociaciones".
El presidente del comité de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano, Oleksandr Merezhko, afirmó que la cita ya supone "una victoria diplomática" para Putin, al situarlo en el centro de la atención internacional sin compromisos claros de desescalada. "El destino de Ucrania debe ser decidido por los ucranianos", advirtió en declaraciones a la BBC.
La exclusión de Ucrania también ha generado reacciones entre aliados. El secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, reiteró el apoyo "incondicional" a Kiev y pidió que cualquier diálogo conduzca a "una paz justa y duradera", subrayando que las decisiones territoriales solo pueden tomarse con el consentimiento ucraniano.
Mientras tanto, el Kremlin restó expectativas de un avance inmediato, anticipando que la cumbre podría producir "progresos graduales" más que un gran acuerdo. No obstante, la duración estimada de entre seis y siete horas y la inclusión de altos funcionarios en ambas delegaciones evidencian la importancia estratégica de la cita para Moscú y Washington.
En este contexto, la ausencia de Kiev no solo plantea dudas sobre el alcance real de lo discutido, sino que también podría complicar la implementación de cualquier alto el fuego que se anuncie sin su participación. Analistas internacionales señalan que, en conflictos armados, la exclusión del actor directamente afectado suele generar acuerdos frágiles o de corta duración.
La cumbre, marcada por gestos inusuales como el traslado conjunto de Trump y Putin en la limusina presidencial estadounidense y el sobrevuelo de un B-2 Spirit con escolta de F-35, concluyó sin un comunicado conjunto. Con ello, el interrogante persiste: ¿puede construirse una paz duradera en Ucrania sin que su propio gobierno esté presente en la mesa de negociación?