El auge de centros de datos ligados a IA elevará 160% su consumo hacia 2030, según Goldman Sachs, y plantea retos en infraestructura energética
La expansión de la inteligencia artificial impulsa un aumento acelerado del consumo energético global. Un análisis de Goldman Sachs proyecta que los centros de datos incrementarán su demanda en 160% hacia finales de la década, con una participación de la IA que alcanzará alrededor del 19% del consumo eléctrico mundial en 2028. Este panorama plantea preguntas sobre el origen de la electricidad requerida y sobre la distribución de costos entre empresas tecnológicas, usuarios comunes y autoridades energéticas.
En Tennessee, Google anunció Hermes 2, una central nuclear avanzada desarrollada en alianza con Kairos Power y la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA). El complejo aportará 50 megavatios (MW) a la red regional, destinados a centros de datos en los condados de Montgomery, Tennessee, y Jackson, Alabama. Este paso constituye el primer despliegue de un reactor modular pequeño (SMR) bajo un esquema comercial en Estados Unidos, con la TVA adquiriendo la electricidad y Google asegurando atributos de energía limpia para abastecer instalaciones de nube con generación no fósil.
Amanda Peterson Corio, jefa global de energía para centros de datos en Google, declaró: "Con este paso estamos creando una solución tripartita, donde clientes de energía, compañías de servicios públicos y desarrolladores tecnológicos colaboran para impulsar innovaciones capaces de satisfacer la creciente demanda mundial de electricidad de forma confiable y asequible". El planteamiento evidencia un modelo donde costos y riesgos se distribuyen entre distintos actores, aunque persiste la discusión sobre el impacto en comunidades locales que dependen de tarifas estables.
Don Moul, director ejecutivo de TVA, afirmó: "La energía nuclear es la base de la seguridad energética del futuro. El hecho de que Google intervenga y ayude a compartir los costos y riesgos de proyectos nucleares únicos no solo permite a la empresa acceder a soluciones innovadoras, sino que también evita que esa carga recaiga en nuestros clientes. No es únicamente un beneficio para Google, lo es también para los 10 millones de usuarios de TVA". Sus palabras reflejan un aspecto central en este debate: la responsabilidad de cubrir los gastos asociados a nuevas infraestructuras.
Amazon y Microsoft también establecieron acuerdos con compañías energéticas vinculadas a proyectos nucleares durante 2024. Amazon adquirió un centro de datos conectado a un reactor de Talen Energy, mientras Microsoft firmó un convenio con Constellation Energy para reactivar una unidad en Three Mile Island, Pensilvania. Estos movimientos delinean un escenario donde la energía nuclear se presenta como alternativa frente a la demanda creciente generada por procesos digitales.
Por otro lado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) estima que cada SMR puede alcanzar hasta 300 MW, con recargas de combustible más prolongadas respecto a reactores tradicionales. Aunque la institución reconoce su potencial para la transición hacia energías limpias, también señala que generan residuos similares a instalaciones de mayor escala. Estos aspectos introducen interrogantes adicionales sobre quién asumirá responsabilidades a largo plazo en materia de gestión ambiental.
Así, el investigador Alex de Vries, fundador de Digiconomist, advirtió en un estudio reciente que la huella energética de la IA crecerá de manera significativa en los próximos cuatro años debido al perfeccionamiento de herramientas digitales y al incremento de su uso. Su análisis coincide con las estimaciones de Goldman Sachs sobre la magnitud del fenómeno.
Finalmente, la discusión sobre el financiamiento de proyectos energéticos asociados a la inteligencia artificial adquiere relevancia no solo en el terreno tecnológico, sino también en el ámbito social y económico. Empresas buscan garantizar suministro confiable, mientras autoridades y usuarios observan con atención la forma en que se distribuirán costos de un consumo en ascenso.